Ofensiva en Almería contra 'la banda del pinganillo' experta en copiar exámenes

  • La Universidad de Almería ha pedido el uso de inhibidores de frecuencia, de uso restringido a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y a Defensa.

    Alumnos denunciaron un grupo organizado que servía de pinganillos imperceptibles a simple vista, através de los que recibían las respuestas.

Ofensiva en Almería contra 'la banda del pinganillo' experta en copiar exámenes
Ofensiva en Almería contra 'la banda del pinganillo' experta en copiar exámenes
Frederick Florin/ Getty
EP

La Universidad de Almería (UAL) comenzará este lunes a realizar controles aleatorios diarios para cazar a los que copian, sobre todo a un grupo 'profesionalizado' que acude al uso de dispositivos electrónicos para superar los exámenes sin haber dado 'palo al agua'.

Esta nueva temporada de caza de chuletas llega tras la adaptación de su normativa que contempla que cualquier alumno que tenga su teléfono móvil encendido durante la realización de la prueba será suspendido automáticamente.

Para empezar, se emplearán detectores de transmisiones y aparatos para interferir la frecuencia así como inhibidores de señales en algunos casos, para lo que se ha solicitado la colaboración de la Policía Nacional.

Según ha explicado a Europa Press la inspectora de Servicios de la UAL, Belén Cantero, la Universidad ha decidido "afrontar este problema" después de que el pasado curso llegaran las quejas de varios alumnos sobre la existencia de estos métodos por parte de determinadas personas.

Lucro de terceras personas

La denuncia estudiantes se refería a determinadas personas que emplean un "sistema organizado" en el que podría haber un lucro por parte de terceros, para lo que se ha abierto un expediente reservado.

Desde los decanatos se han remitido además modelos de acta de infracción para que se repartan entre los profesores que detecten las prácticas fraudulentas.

Igualmente, se ha pedido a los docentes que comuniquen la hora y el lugar de celebración de exámenes en los que sea oportuno "establecer un control" más exhaustivo para incluirlo en el plan de inspección, ya sea en horario de mañana o tarde.

Según la información recopilada por la inspección, el sistema se servía de un pinganillo que se introduce en el oído y que es imperceptible a simple vista, mediante el cual se dicta la información de las respuestas.

Para hacer llegar las preguntas, se empleaban relojes, collares o teléfonos móviles que se activan en el momento en el que el profesor podía dictar los enunciados.Pinganillo de la sabiduría

Para evitar estas prácticas, se van a establecer tres tipos de medidas en la celebración de las pruebas. La primera será la colocación de sistemas de detección de transmisiones, que revelerá si existen dispositivos conectados.

Cantero ha recordado que los dispositivos electrónicos deben estar "completamente apagados", según indica la norma, por lo que tampoco podrán permanecer en 'modo avión'.

En este sentido, cada profesor ­­que también tiene que desconectar su teléfono­­ deberá advertir de esta condición antes de las pruebas.

Otra de las medidas será la de interferir la frecuencia para que, en caso de que se produzca alguna conexión, la comunicación se interrumpa a favor de un pitido.

Para ello, se ha solicitado una autorización a la Dirección Provincial de Telecomunicaciones, que se ha pronunciado a favor de "interferir puntualmente y en determinadas bandas" la señal mediante estos aparatos apropiados para ello.

Tecnología militar

La medida más contundente conlleva el uso de inhibidores de frecuencia, con los que "no funciona nada" en las aulas.

La UAL ha pedido un permiso al respecto a la Dirección General de Telecomunicaciones, que su uso está permitido únicamente a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y a Defensa, si bien también pueden hacer uso de los mismos las administraciones "expresamente autorizadas".

Así, mientras que se emite el permiso, desde el órgano académico se ha solicitado colaboración a la Subdelegación de Gobierno para que, en caso de que sea preciso, contar con presencia policial que maneje los inhibidores.

"Estamos estudiando cómo puede hacerse esta colaboración", ha apuntado la inspectora de Servicios, quien ha puntualizado que muchas otras universidades cuentan estos aparatos.

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