Decide su nivel de producción

El petróleo testa la fortaleza de su rally ante el aumento de los roces en la OPEP

El precio del crudo registra su mayor caída desde marzo de 2020 por el riesgo de nuevos confinamientos, pero cotiza aún muy por encima del nivel de hace un año. 

Petroleo
Petroleo
DPA vía Europa Press

La última reunión del año de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) resulta clave tras un 2021 que ha llevado al precio del crudo a niveles inéditos en siete años. El 'rally', provocado por un desajuste entre la oferta y la demanda, amenaza con desinflarse después de que en noviembre el petróleo registrara la mayor caída mensual desde marzo de 2020, cuando estalló la pandemia. Tras el órdago de EEUU junto a otros países consumidores, entre ellos China, la OPEP debe decidir si modifica su actual estrategia de ir incrementando de forma paulatina sus producciones. En la decisión influye, además la aparición de la variante ómicron, que vuelve a desafiar a la movilidad. 

El pasado viernes, mientras las bolsas se desplomaban ante las noticias de nuevos casos por la variante ómicron, el precio del petróleo seguía la misma tendencia por el temor al impacto en la movilidad. En apenas un día se desplomó cerca de un 12%. Como consecuencia, la caída mensual fue superior al 16% en el caso del coste del barril de Brent, de referencia en Europa, mientras que el crudo estadounidense West Texas Intermediate (WTI) retrocedió casi un 21%. 

No obstante, aunque el mercado no había registrado un desplome tan grave desde que irrumpió la Covid, la situación no es similar. El precio del crudo está todavía muy por encima del nivel registrado hace un año y es superior al coste del barril antes de la Covid. De hecho, el 'rally' anual, pese a todo, roza el 40%. El barril de Brent cotiza en los 71 dólares y el WTI, próximo a los 69 dólares.  

En este contexto, los países de la OPEP y sus aliados, entre ellos Rusia, vuelven a marcar el rumbo del precio del petróleo. El crudo ha comenzado diciembre con subidas tras el mes anterior ante la previsión de que la OPEP+ reduzca su nivel de producción por el miedo a nuevos confinamientos y que, como consecuencia, caiga la demanda. Hasta ahora, los principales países exportadores de petróleo habían acordado elevar en 400.000 barriles diarios su volumen de producción, todavía inferior al anterior a la pandemia. Cuando los países cerraron sus fronteras, la demanda de petróleo se desplomó, así como el precio, y la OPEP redujo drásticamente su oferta para compensar las pérdidas. 

Los nuevos aumentos ya estaban en duda ante las previsiones de que en 2022 puede haber exceso de suministro que haga caer el precio. Según los cálculos de la OPEP+ será de 1,7 millones de barriles diarios (mbd) de media en 2022, frente al déficit de 1,2 mbd en 2021. La alianza prevé que las mayores tasas de producción se registrarán entre enero y marzo del próximo año, según un documento del comité técnico del grupo publicado este miércoles. En esta previsión influye la liberación de reservas por parte de grandes países consumidores liderados por EEUU, que ha ayudado a enfriar el precio, pero -según la OPEP- también elevará su oferta.

Además, el comité técnico de la OPEP+ ha revisado a la baja sus previsiones de la demanda de petróleo para este año, aunque las mantiene para 2022. En esta reducción influye el impacto de la variante ómicron, aunque los expertos de los países exportadores creen que solo será posible evaluar plenamente su impacto en la demanda del mercado dentro de dos semanas, ya que "no hay ninguna claridad sobre su gravedad y sobre si es más contagiosa". 

Nuevo secretario general para la OPEP

En base a estas previsiones deben decidir si mantener o no el aumento progresivo de su oferta. Los trece miembros de la organización, junto a diez naciones independientes aliadas, entre ellas Rusia, con las que coordinan sus estrategias petroleras desde hace cinco años, tienen en su mano el mayor peso en la producción mundial de petróleo. Sin embargo, pese a la coordinación, los intereses para bombear más o menos no son los mismos para todos los países. 

A la hora de extraer petróleo los países deciden un mayor o menor volumen según la rentabilidad que obtengan al venderlo. Esto depende del tipo de crudo y de su coste de producción. Como resultado, algunos países optan por no producir petróleo si su precio cae y no compensa el coste. Como la rentabilidad no es la misma para todos los países, para tomar decisiones surgen tensiones, en las que el el secretario general de la OPEP juega un papel clave, un puesto para el que ahora se busca relevo.

Actualmente la dirección de la organización está en manos del nigeriano Mohammed Barkindo, que mantiene bastante popularidad entre los países africanos, pero no puede prolongar su mandato tras seis años al frente si no se cambian las normas. Según S&P Global Platts, Arabia Saudí -uno de los principales exportadores- apoya la candidatura de Haitham al-Ghais, de Kuwait, que hasta ahora es el único candidato. No obstante, la elección debe ser confirmada por una votación de los 13 estados miembros, un ejercicio tradicionalmente tenso que pone en evidencia las divisiones geopolíticas y los países aliados suelen votar en bloque.

El rumbo que marque la OPEP afecta a España por su impacto en el precio del petróleo, pero la importación de crudo de estos países fue del 48% en los últimos doce meses, mientras que más de la mitad del petróleo se adquirió de otros países que no pertenecen a la organización. Según el boletín Estadístico de Hidrocarburos del mes de septiembre que publica Cores, el mayor porcentaje del petróleo que consumimos proviene de África, seguido de Norteamérica. 

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