Baño de sangre en Acapulco, el paraíso convertido en un infierno de sicarios

  • Once personas fueron asesinadas en apenas 24 horas. Resultaron fusilados en un bar, mutilados y maniatados en un coche y hasta depositados en una fosa fúnebre clandestina.

    El Gobierno mexicano ha anunciado un plan urgente para recuperar el esplendor del balneario, pero 30 bandas de asesinos campan a sus anchas en sus calles.  

Una imagen espantosa pero habitual de Acapulco: muertos a escasos metros de los turistas.
Una imagen espantosa pero habitual de Acapulco: muertos a escasos metros de los turistas.
Diego Caldentey

A mediados del pasado mes, el Gobierno mexicano presentó un ambicioso plan que suena a quimera: devolver el esplendor a Acapulco, uno de los balnearios más glamurosos de Latinoamérica en un pasado no muy lejano. La iniciativa prevé la construcción de una terminal para su aeropuerto, un plan de saneamiento edilicio y mayor seguridad en sus calles, para intentar combatir el crimen y la violencia que se han apoderado del lugar hace años.

Pocos días después del anuncio, los hechos parecen ratificar una vez que al Ejecutivo azteca le queda un arduo y casi imposible trabajo por hacer para intentar consumar su objetivo. Las sanguinarias bandas de sicarios se siguen matando a plena luz del día, entre turistas desprevenidos y familias que contemplan involuntariamente escenas atroces.

Ocho personas fueron asesinadas este domingo en varios ataques en las calles, y otros tres cuerpos fueron hallados en una fosa fúnebre y clandestina del balneario, situado en el estado de Guerrero. Según informan medios locales, el baño de sangre principal tuvo lugar en el bar La Jarra, sobre la avenida Cuauhtémoc, una de las más importantes arterias de la ciudad.

Allí cuatro hombres se encontraban sentados a una mesa. Fueron sorprendidos y fusilados por asesinos a sangre fría. Tras la balacera tres perdieron la vida, mientras que el cuarto resultó gravemente herido.

En la seguidilla atroz de sucesos, pocas horas más tarde las fuerzas de seguridad encontraron tres cuerpos en el interior de un automóvil en un área popular conocida como La Garita. Dentro del maletero se hallaron los cuerpos de un hombre y una mujer, mientras que en los asientos traseros había otro hombre muerto, informó la Fiscalía.

Esta masacre obviamente también tiene indisimulables tintes mafiosos: las personas asesinadas tenían las manos maniatadas y huellas evidentes de tortura.

Mientras tanto, en el poblado de La Sabana, perteneciente al puerto de Acapulco, se registraron más muertes. Allí fueron asesinados dos jóvenes en distintos hechos. Uno de los homicidios se produjo en el interior de un domicilio y el otro en la calle, cuando el joven transitaba en su vehículo.

De todos modos, el hecho más espeluznante tuvo lugar en las afueras del puerto turístico de Acapulco. La Policía Federal mexicana encontró restos óseos de tres personas que fueron salvajemente mutiladas. El descubrimiento se hizo tras una llamada anónima que llevó a los policías a una huerta de limones.

Acapulco, una de las zonas más turísticas y bonitas del continente americano, desde hace varios meses se encuentra en medio de una guerra entre células que pertenecieron al grupo de los narcos Beltrán Leyva y que ahora luchan por el control de la ciudad.

Según un reciente estudio de la ONG Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, el municipio de Acapulco es el más violento de México, con una tasa de homicidios de 104,62 por cada 100 mil habitantes, la más elevada a nivel mexicano.

En mayo de este año, lainformacion.com publicó un informe en el que destacaba que Acapulco es uno de los paraísos turísticos más devastados por el narco y el crimen del planeta.

Atrás quedó su época de oro, cuando monarcas, artistas y magnates lo posicionaron como uno de los destinos turísticos más selectos del planeta. La industria del cine de Hollywood llegó a adoptarlo como 'meca' de recordadas películas y su fama internacional fue ascendiendo a ritmo vertiginoso. Hoy todo cambió.Treinta bandas de narcos azotan sus calles

Su realidad es bien distinta. Una treintena de bandas de narcotraficantes pugnan por el control absoluto del balneario. Acapulco se ha convertido en la cuarta ciudad más peligrosa del planeta, según el ránking 2015 que elabora el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal.

Sus arenas y postales fascinantes siguen acumulando folletos y catálogos turísticos, pero las agencias de viajes internacionales advierten que es uno de los destinos menos recomendables para disfrutar unas vacaciones o emprender viajes de negocios.

Extorsiones, inseguridad, robos, secuestros, asesinatos (como el de este domingo), muertes, violencia, crimen organizado... Todo eso es hoy Acapulco, una urbe de 862.176 habitantes cuya tasa de homicidios es de 104,73 por cada 100.000. Amenazados y exhaustos, los comerciantes y hosteleros que durante más de un siglo sostuvieron la economía de la ciudad se muestran impotentes, cierran las puertas de los establecimientos y se marchan.

Se calcula que unos 3.800 propietarios de negocios y restaurantes echaron el cierre a sus comercios el pasado año, ahogados por las extorsiones de los narcotraficantes que buscan obtener ingresos económicos mediante las coacciones de pobladores indefensos.

La violencia extrema en sus calles también afecta a su industria. Según la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (CANACINTRA) mexicana, 7 de cada diez negocios en Acapulco funcionan con números rojos o utilidades reducidas, porque el turismo ha descendido hasta límites insoportables. Dicen los habitantes de la ciudad que ésta se ha transformado en la nueva 'Ciudad Juárez'. Los esfuerzos del Gobierno para enviar más efectivos del Ejército, la Policía federal y la Gendarmería resultan inocuos, porque la cifra de muertos, secuestros y extorsiones sigue en aumento. El plan en marcha intentará frenar más muertes, pero nadie puede arriesgar aún pronósticos optimistas sobre su eventual eficacia. 

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