Ángela Molina: "Vivo una segunda juventud... o una primera vejez"

  • Ángela Molina afirma a sus 57 años que no prevé jubilarse nunca, a menos que le dejen de llegar proyectos, trabajos que igual le llevan hoy a participar en grandes títulos del cine español como a ser imagen de marcas de moda.

Lisboa, 24 nov.- Ángela Molina afirma a sus 57 años que no prevé jubilarse nunca, a menos que le dejen de llegar proyectos, trabajos que igual le llevan hoy a participar en grandes títulos del cine español como a ser imagen de marcas de moda.

"Vivo una segunda juventud... o una primera vejez", comentó hoy en entrevista a Efe la artista en Lisboa, adonde acudió para presentar el filme "Blancanieves", dirigida por Pablo Berger y película que representará a España en la categoría de mejor largometraje de habla no inglesa en los Óscar de 2013.

Su presencia en el segundo largometraje de Berger, que obtuvo el Premio Especial del Jurado en el Festival de Cine de San Sebastián, se produce al mismo tiempo que la actriz aparece en los escaparates de las tiendas Loewe, firma para la que protagonizó junto a otros artistas y modelos la campaña otoño-invierno del 2012.

La madrileña, hija del cantante de copla y flamenco Antonio Molina, se mostró dispuesta a seguir en el mundo del cine hasta el final de sus días, siguiendo el ejemplo de mujeres como María Isbert, fallecida el año pasado a los 94 años.

"Yo es que he trabajado con varias actrices mayores, y siempre me ha parecido que eran más jóvenes y vitalistas que yo", explicó.

Frente a las críticas que con frecuencia recibe el cine desde diferentes sectores por dejar fuera del circuito a las actrices a medida que van cumpliendo años, Ángela Molina defiende la existencia de papeles para todas las edades.

"Precisamente, en ese sentido es un trabajo muy agradecido porque puedes estar ocupada siempre, ya que interpretamos personas como nosotros", consideró.

La artista señaló que se siente cómoda al participar en campañas de publicidad -recientemente fue también portada de una revista de moda-, ya que son trabajos relacionados con la imagen y le parecen "ilusionantes e interesantes".

En un plano más personal, Molina destacó la "exuberancia" y la dificultad para controlarse como los rasgos de su personalidad que menos le gustan; se declaró enamorada de los perfumes y declinó elegir una única película como su preferida.

"Sería como una traición para mí... Los filmes son como los hijos, los quieres a todos", justificó.

La actriz considera que para ser feliz lo más importante es "compartir" y la alegría de vivir, sensación que tiene y pretende mantener hasta su último día. Y a ser posible, trabajando.

"Uno es actor desde que nace y hasta que se muere -aseveró-. O eso creo yo".

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