Las mujeres reivindican su lugar en la industria en la alfombra roja de Cannes

  • 82 mujeres del cine representaron a las realizadoras que alguna vez han competido en el festival. Solo Jane Campion ganó la Palma en competición.
Las mujeres toman Cannes
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El poder femenino tomó hoy la alfombra roja de Cannes con un acto reivindicativo en el que 82 mujeres del cine -desde Jane Fonda a Claudia Cardinale, Salma Hayek, Marion Cotillard, Kirsten Stewar, o Cate Blanchett- representaron a las realizadoras que alguna vez han competido en el festival.

Blanchett, que preside este año el jurado de la competición oficial de Cannes, y la veterana cineasta francesa Agnès Varda leyeron un manifiesto en el que exigieron "igualdad y diversidad real en los puestos de trabajo".

"Queremos trabajar mano a mano con nuestros colegas masculinos y asumir responsabilidades para crear delante y detrás de la cámara imágenes que permitan una toma de conciencia", señaló Blanchett en inglés y Varda en francés.

"Las mujeres no son una minoría en el mundo y, sin embargo, el estado actual de nuestra industria dice lo contrario. Queremos que eso cambie", añadieron.

Por ello y tras mostrar su "solidaridad con las mujeres" de todos los sectores, pidieron a las instituciones que trabajen activamente para lograr la paridad y la transparencia en las decisiones y en la selección de personal y a los gobiernos que apliquen las leyes sobre la igualdad salarial.

"Como mujeres nos enfrentamos a desafíos únicos, pero hoy estamos juntas en estas escaleras como símbolo de nuestra determinación y compromiso con el progreso", dijo Blanchett, que agregó: "Es el momento de que todos los escalones de nuestra industria nos sean accesibles".

Una lectura con la que finalizó un acto que contó también con Patty Jenkins, Julie Gayet, Léa Seydoux, Virginie Ledoyen, Ava DuVernay, la brasileña Beatriz Seigner, Alice Rohrwacher, la colombiana Cristina Gallego, Clémence Poésy o Clotilde Courau.

En total 82 personalidades del mundo del cine, tanto realizadoras y actrices como productoras, técnicos, guionistas, distribuidoras o agentes, que representaban a las 82 mujeres directoras cuyas películas han competido en las 71 ediciones del Festival de Cannes.

Una cifra ridícula si se compara con la de 1.688 directores que han competido en Cannes durante estos años, según los datos citados por Blanchett.

Además, en la historia del festival solo ha habido doce mujeres presidentas de sus jurados y la Palma de Oro la ha ganado únicamente la neozelandesa Jane Campion por "The Piano" ("El piano"), mientras que Agnes Varda recibió una de honor.

"Estos hechos son claros e innegables", resaltó la actriz australiana desde lo alto de las escaleras que dan entrada al Gran Teatro Lumiére, donde se celebran las sesiones de gala del festival.

Es el momento más glamuroso de cada jornada del festival y por primera vez en su historia no fue protagonizado por el equipo de una película, sino por estas 82 mujeres que participaron en un acto impulsado por el movimiento "Time's Up" y por el colectivo francés 5050, creado en marzo en Francia para luchar por la paridad.

Fueron llegando en grupos, del brazo, y en un principio de espaldas a los fotógrafos hasta que estuvieron todas sobre la alfombra y entonces se dieron la vuelta, posaron y se fueron colocando en las escaleras.

Tras este acto, está previsto que el lunes el delegado general del festival, Thierry Frémaux, y los responsables de la Quincena de Realizadores, Édouard Waintrop y la Semana de la Crítica, Charles Tesson, firmen la Carta por la Paridad y la Diversidad en los Festivales de cine

CON UN DOCUMENTAL SOBRE SU VIDA

Jane Fonda deslumbra

La actriz estadounidense Jane Fonda levantó hoy a la audiencia del Festival de Cannes con un sincero documental que recorre sus ochenta años de vida sin esconder sus pasos en falso pero celebrando la mujer en la que se ha convertido.

"Jane Fonda in Five Acts", dirigido por su compatriota Susan Lacy y proyectado en la sección de Clásicos del certamen, tenía ya ganado a la audiencia de antemano, que ovacionó la presencia de la intérprete en el estreno.

"Fue muy divertido hacerlo. Toca muchos temas universales, que espero que os emocionen e inspiren", dijo la actriz minutos antes de su inicio y acompañada por la directora y por el delegado general de Cannes, Thierry Frémaux.

Los aplausos recogidos al final cumplieron su pronóstico dando el visto bueno a una cinta que, en cinco actos, repasa una vida poliédrica con imágenes de archivo y de sus películas, entrevistas a exparejas, familiares, compañeros como Robert Redford y a la propia intérprete.

La hija del mítico Henry Fonda, que en sus respectivos matrimonios con Roger Vadim (1965-1973), Tom Hayden (1973-1990) y Ted Turner (1991-2001) se metamorfoseó hasta encontrarse finalmente a sí misma, admite su necesidad de gustar antes de darse cuenta de que "intentar ser perfecta es un viaje peligroso".

Del mito erótico en el que se erigió en "Barbarella" a las órdenes de Vadim a la militante comprometida contra la guerra de Vietnam o en favor de los derechos de las minorías, el documental ahonda en esa evolución interior.

La oscarizada actriz por "Klute" (1971) y "Coming Home" (1978) le habla directamente a la cámara y hace prueba de un sano sentido del humor, en el que se ríe de sí misma, confiesa que ninguna de sus relaciones fue igualitaria, lamenta no haber estado más presente con su primera hija o ve como un error haber recurrido a la cirugía.

"Detesto la idea de haber tenido que retocarme para sentirme bien. Me gustaría ser más valiente, pero soy lo que soy", reconoce en esta suerte de psicoanálisis cinematográfico, que centra el primer capítulo en su relación con su padre, para enfocarse en los tres siguientes en sus sucesivos maridos y en el último, finalmente, en ella.

Fonda, que pasó de estrella de Hollywood a estrella de todo tipo de causas, y que financió con sus exitosos cursos de aerobic algunas de esas campañas, demostró hoy en Cannes, en un momento en que sigue triunfando en televisión, que ahora que entra en su último acto todavía tiene una voz.

"Vengamos de donde vengamos, estamos viviendo una crisis terrible. Tenemos que estar unidos y creer que la democracia es posible", concluyó la intérprete, que dice haberse perdonado como madre y como hija en este ejercicio de introspección.

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