Valladolid.- Diego El Cigala ha mostrado esta noche en Valladolid su mezcla entre flamenco y tango en una velada en la que el cantaor ha reinventado varios clásicos del género argentino ante la mirada atenta de centenares de espectadores.
El Cigala (Madrid, 1968) ha dado a conocer en el Teatro Calderón su último y décimo trabajo, "Cigala & Tango", que recoge once canciones de ilustres cantantes del tango homenajeados desde el flamenco más puro de El Cigala.
El cantaor madrileño ha saltado al escenario con traje azul oscuro a rayas, camisa blanca y zapatos negros.
Canciones como "Alfonsina y el mar", de Mercedes Sosa, o "El día que me quieras", de Carlos Gardel, han sido interpretadas por El Cigala en el inicio de la actuación con su inconfundible porte flamenca.
"En esta tarde gris" de Julio Sosa, "Soledad" y "Youkali" han sido otros de los temas que han aparecido esta noche sobre las tablas del Teatro Calderón de la mano de El Cigala para deleite de los vallisoletanos que esta noche han acudido a su cita con el flamenco.
Acompañado a la guitarra por "El Morao", del que se ha mostrado "orgulloso", un piano, un violonchelo, un violín y la percusión el cantaor ha arrancado las palmas del público en la mayoría de los temas que ha interpretado.
Además de tango, El Cigala ha querido rescatar algunos temas de sus trabajos anteriores para su actuación ante el auditorio vallisoletano que, desde los primeros acordes, han desatado la ovación de los presentes.
El recuerdo al poeta Rafael Alberti ha llegado con "Se equivocó la paloma" y la despedida con el tema "Dos gardenias para tí" mientras El Cigala presentaba a sus músicos en un final que se ha convertido en una fiesta sobre el escenario junto a los suyos.
No es la primera vez que Ramón Jiménez Salazar, que así se llama El Cigala, se adentra en otros lenguajes musicales, ya lo hizo con el bolero y la música cubana y el jazz latino en su disco "Lágrimas Negras" (2008).
El tango se ha unido ya a los anteriores viajes de El Cigala por los estilos musicales convertidos en éxitos y el público vallisoletano, que ha despedido al cantaor con una fuerte ovación, lo ha comprobado en una actuación de casi dos horas.
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