Madrid, 7 abr.- Hombres de negocios dejan el maletín y el portátil de lado para coger un bote de espray, relajarse y "pringarse las manos" en el taller de grafiti para ejecutivos que comienza hoy en Madrid y que durará cuatro días bajo la supervisión del artista Suso33.
"Lo que quieren es pringarse las manos, manchar y pintar", dice el grafitero Suso33 en una entrevista telefónica concedida hoy a Efe acerca de un taller que se desarrolla por las tardes durante dos horas en el espacio 1001 atmosphera de la capital.
Suso33, que ha exhibido su trabajo en museos y galerías como el Reina Sofía, el CaixaForum o el Thyssen-Bornemisza, explica que, cuando le presentaron el proyecto, le pareció "una propuesta rara" y un "experimento" por la "contradicción que a bote pronto viene a la mente" al relacionar ejecutivos con grafiti.
"Entiendo que es un perfil al que, en principio, no le puede interesar mucho el grafiti, y por eso me resulta interesante ver qué surge", dice Suso33.
El taller, organizado por la marca de whisky Glenfiddich, consta de dos partes: una teórica, en la que los participantes conocerán a grandes rasgos los estilos y técnicas del grafiti; y una práctica, en la que pasarán a la acción y podrán practicar con aerosoles en una actividad que pretende ser "distendida, que no estrese y que sirva para pasarlo bien".
"Se trata de una práctica fuera del trabajo, en la que no hay que cumplir unos objetivos totalmente cerrados y que sirve para dar rienda suelta a la imaginación y pringarse un poco las manos", explica Suso33.
En grupos de quince personas, los participantes realizarán diferentes actividades en las que utilizarán aerosoles y plantillas para pintar sobre paredes y papel, con el objetivo de que al final el taller sea una "toma de contacto" con el mundo del grafiti.
"Es muy inmediato, muy rápido, pero queda algo que es resultón y aparente para que, cuando se lo lleven los participantes, estén a gusto", dice Suso33.
El maestro del taller afirma que la experiencia "va a ser una sorpresa" también para él y que "comprobará" si de verdad sirve para rebajar el estrés, aunque confía en que al menos sea algo diferente y atractivo para los ejecutivos.
"El grafiti es una actividad muy sugerente para alguien que no conoce esto, y ya sólo el mero hecho de coger un espray y ponerse a pintar es algo que parece que a muchos les apetece probar", concluye Suso33.
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