El Fuerte de la Concepción puede convertirse en alojamiento turístico

Aldea del Obispo (Salamanca).- Las ruinas de Real Fuerte de la Concepción de Aldea del Obispo (Salamanca) pueden convertirse en alojamiento turístico, motivo por el que su propietario ha acometido obras de acondicionamiento, previas a la edificación.

Este fuerte, de forma estrellada y calificado por expertos de historia militar como uno de los más perfectos de la península Ibérica, se asienta sobre una superficie de 25 hectáreas, en la frontera entre los municipios de Aldea del Obispo y Vale da Mula.

Su primera construcción fue en 1661, ordenada por el duque de Osuna, aunque tres años más tarde fue demolida.

La segunda construcción de este fuerte, la actual, fue diseñada por el arquitecto militar Pedro Moreau en 1735 y las obras finalizaron en 1760.

En él se alojaron 650 infantes y 200 oficiales y se convirtió en el lugar más codiciado por las tropas británicas y francesas durante la Guerra de la Independencia.

Según los historiadores, en este enclave comenzó el retroceso de las Tropas de Napoleón en su avance hacia Portugal, tras las victorias de los aliados que dirigían los ejércitos ingleses.

La fortificación, que fue adquirida en 2007 por el catedrático de historia contemporánea Luis Eugenio Togores, tras ver un cartel de "se vende", se divide en tres partes: la entrada o zona de San José, Las Caballerizas y El Patio de Armas".

El dueño pretende que el Patio de Armas sea en junio de 2012 una zona residencial para turistas, por lo que la inversión prevista será de 4,8 millones de euros.

Durante los trabajos de acondicionamiento, apenas han aparecido vestigios de relevancia, ya que este fuerte ha sido motivo de expolio durante todo el siglo XX.

Los trabajadores aseguran que en el último año han tenido que llamar la atención a personas que acuden a la zona con detectores de metales, a pesar de ser un recinto vallado.

El único hallazgo relevante han sido los restos de militares franceses fusilados, que han aparecido atados de dos en dos, tras las primeras excavaciones.

A lo largo de la historia, las ruinas del Real Fuerte de la Concepción han sido zona de pasto de animales, campo de fútbol e, incluso, lugar de cultivo de champiñones.