Llega a España la revelación del pop sueco Amanda Mair

  • Javier Herrero.

Javier Herrero.

Madrid, 26 oct.- Este fin de semana aterriza en España la última revelación del pop sueco, una joven precoz en lo artístico, dotada de una cálida voz y un aura angelical: Amanda Mair (pronúnciese Mayer, como prescriben todos los escritos que hablan sobre este fenómeno musical en su país).

"No puedo explicarlo ni yo misma, todo ha pasado muy rápido, en poco más de un año", relata esta artista que parece la doble de físico de Vanessa Paradis, durante una entrevista concedida a Efe en Madrid, donde ofrecerá un concierto el próximo domingo, un día después de tocar en Zaragoza.

Todo comenzó cuando tenía 14 años. Grabó tres versiones por diversión que en 2010 llegaron al prestigioso sello Labrador.

Mair hace gala de una madurez impropia de sus 18 años, quizás por sus referentes: Norah Jones, Bon Iver o el "Hallelujah" de Jeff Buckley, una de aquellas canciones que grabó y que llegaron a oídos de los responsables de Labrador.

"No pienso mucho en cómo sueno, pero creo que esa sensación de madurez se debe a mi voz", alega ella, que se encoge de hombros al ser preguntada por quienes la comparan con Dusty Springfield, "como si hubiese sido producida por Kate Bush".

"Bueno, en cualquier caso es fantástica, así que eso me hace feliz", se limita a opinar.

Llega como el último soplo fresco (que no frío) de Suecia, el país de moda en cuanto a pop se refiere, con la cantante y compositora Robyn a la cabeza, amén de una larga lista de productores como RedOne y Max Martin, que han definido el sonido de artistas internacionales como Britney Spears y Lady Gaga.

Frente al de estas divas, el suyo es un sonido mucho más suave y evocador sin dejar de ser bailable y con reminiscencias a los años 80, como queda patente en su debut, "Amanda Mair", publicado en febrero y producido por Philip Ekstrom, líder de sus compatriotas The Mary Onettes.

Main no tiene muy claro que exista un sonido propiamente sueco que aúne a la fecunda hornada musical de este país. "Es cierto que hay ahora muchos artistas de allí, pero no sé cuál es la razón. Hay muchos productores, estudios y artistas congregados en Estocolmo, quizás eso hace que la música crezca", explica.

De momento no compone sus propias canciones, pero da el visto bueno a las demos que recibe del equipo que la asiste, guiándose por aquellas que la "tocan".

"Creo que siempre he tocado canciones tristes, aunque yo no soy así, quizás porque me resultan más emotivas", dice al respecto.

Su single, "Sense", es una de las preferidas de su álbum homónimo, aunque reconoce que en directo el público español disfrutó también mucho en su anterior visita a Madrid de la impronunciable "Skinnarviksberget", sobre una historia de amor que se desarrolla en esa montaña de Estocolmo a la que alude el título.

Entre sus planes futuros, figura proseguir la gira por Europa, realizar un viaje a La India y, quizás, también a Asia. El próximo año se lanzará su disco en Francia, así que no hay intención de sacar en el corto plazo otro disco.

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