Oates dice que "vivo mis personajes como si se tratara de un sueño alucinatorio"

Barcelona.- La novelista, cuentista, autora teatral y editora neoyorquina Joyce Carol Oates, vuelve a sus raíces en "Ave del Paraíso", el libro que acaba de publicar en castellano y en el que como es habitual en ella se identifica completamente con unos personajes en los que se sumerge "como si se tratara de un sueño alucinatorio".

"Ni invento ni describo, lo vivo", ha dicho a EFE tras la rueda de prensa de presentación del libro, y lo hace "en un estado absoluta y puramente emocional en el que el lenguaje y la palabra no tienen lugar, en escenas que yo vivo intensamente como si se tratara de un sueño".

Profesora universitaria, Oates, nacida en 1938, ha escrito un libro que arranca como un thriller y en el que el lirismo del amor sexual se halla entrelazado con la angustia por la pérdida y la ternura, teñido de crueldad, a veces apenas perceptible.

Convierte la historia en una tragedia de dimensiones clásicas que sitúa en Sparta, lugar desolado del sudeste de los Estados Unidos y nombre a la vez de la ciudad-estado griega, con el que quería en principio titular la novela.

Arranca con Zoe Kruller, una joven esposa y madre que aparece brutalmente asesinada, con la policía centrada en dos principales sospechosos, su marido Delray y su amante Eddy Diehl, y relata cómo tanto el hijo de los Kruller, Aaron, y la hija de Eddy, Krista, adquieren una mutua obsesión y cada uno cree que el padre del otro es el culpable.

Es una combinación de romance erótico y violencia trágica en la norteamérica de finales de siglo XX, en la que la escritora no pasa de largo, más bien al contrario, de temas candentes como la sexualidad en los jóvenes, el racismo, las drogas o el daño que pueden hacer las sospechas policiales a la vida de las personas.

A juicio de Oates, "todos los autores dramáticos universales como Homero, Shakespeare, Melville o Mailer han tratado temas de dramatismo humano pero no es el drama en sí lo que es importante sino las experiencias que compartimos como seres humanos".

A Oates le gusta buscar la belleza en escenas tan sórdidas como la que aparece en el libro cuando Krista se droga por primera vez mientras la escritora describe el paisaje de los alrededores, ya que Oates confiesa que intenta percibir el mundo "lo más objetivamente posible y más allá de las emociones humanas".

Para escribir la escena en la que Aaron descubre el cuerpo de su madre asesinada, dice que se concentró mucho, "imaginándomela, concentrándome como en una película muy intensa, alucinatoria, el personaje era yo", en una descripción detallada a la "quería imponer la calidad humana del personaje, de cómo un muchacho podía sentirse al ver el cuerpo muerto",

Con más de medio centenar de libros escritos, Oates trabaja en una nueva novela que aunque no es autobiográfica "sí que contendrá material emocional autobiográfico, aunque la protagonista es diferente", no ha estado nunca casada como ella pero comparte con la escritora una carrera pública.

Tratará de una personalidad bien compleja, "una mujer de éxito que dirige una universidad y de la dicotomía entre la vida pública y privada de una mujer de éxito, el contraste y el conflicto de intereses en esa doble vida", ha explicado.

Para la autora de "La hija del sepulturero", también editada por Alfaguara, "en los Estados Unidos, la mujer con gran carrera pública, para bien o para mal, es Hillary Clinton, un personaje y carrera de la que se ha hecho seguimiento desde 1960, complejo y multifacético, con carrera pública impoluta y que llega a un nivel de excelencia".