Zarraluki ficciona la victoria a los ingleses en Cartagena de Indias en 1741

  • Jose Oliva.

Jose Oliva.

Barcelona, 17 abr.- El escritor barcelonés Pedro Zarraluki debuta en la novela juvenil con "El hijo del virrey", una obra con la que quería "rescatar del olvido una de las mayores gestas navales españolas, la victoria sobre la armada inglesa en Cartagena de Indias en 1741, olvidada injustamente en España".

"El hijo del virrey" (Siruela) narra la aventura de dos jóvenes amigos de 15 años, Antón y Darío, el primero hijo del virrey y el segundo un joven mestizo cartagenero, que se verán inmersos en la batalla que se desató en la entonces colonia española atacada por Gran Bretaña.

La idea de la novela, explica Zarraluki en una entrevista con Efe, surgió de un viaje a Cartagena de Indias (Colombia) para dar unas conferencias; allí conoció al poeta Darío Jaramillo, quien a su vuelta a Barcelona le envió una historia de la ciudad en cuatro volúmenes y le animó a escribir una historia, con lo que comenzó "una ardua tarea de documentación".

Para el autor, "Antón y Darío son la pareja perfecta para narrar el pasado de la vida: el primero es hijo del virrey, tímido, retraído, culto, mientras que el otro es mestizo, de origen humilde, imaginativo, arrojado y que cree poseer poderes adivinatorios".

La rutina habitual de los dos amigos se romperá cuando en la primavera de 1741 comience el asedio británico que desembocará en la sangrienta batalla de Cartagena de Indias.

"Es una batalla que los españoles hemos olvidado, a pesar de que la ganamos", lamenta Zarraluki, que asegura que "en el asedio participó la segunda armada más poderosa de la historia después del desembarco de Normandía".

Epidemias, tiburones en el agua y disputas entre los propios mandos británicos y españoles son algunos de los ingredientes que, según Zarraluki, hacen de aquel enfrentamiento "una batalla épica, propia del género de aventuras" del estilo de Twain, Salgari, Stevenson o el Conrad de "El corazón de las tinieblas", unos autores que ha tenido presentes toda su vida, reconoce.

Aún la hace más épica la forma cómo ganaron los españoles: "Los ingleses no consiguieron tomar el bastión de San Felipe, porque los españoles habían excavado alrededor zanjas que impidieron a los soldados británicos alcanzar la parte alta de las murallas con sus escaleras".

Encarar un nuevo género, el de aventuras, el de la novela histórica, y un nuevo enfoque, el del lector juvenil, no ha sido una dificultad añadida: "Se trata de mi prosa habitual, porque creo que es bueno no tratar a los jóvenes lectores como si fueran niños, hay que abrir puertas para que reflexionen".

"El hijo del virrey" constituye un homenaje a la amistad, una amistad por encima de diferencias sociales, pero también es un alegato contra la guerra.

"Los dos muchachos comprenden que consiguen salvarse y superar el tsunami histórico de esa guerra tan terrible por el hecho de ser amigos", comenta.

No obvia el autor de "La noche del tramoyista" el determinismo que persigue a los dos protagonistas, pues reflexiona sobre "cuánto puede durar la amistad, por el hecho de tener procedencias sociales diferentes".

La separación entre ambos, cuando Antón vuelve a España, es inevitable, pero el autor ha querido dejar una puerta abierta a la esperanza cuando el hijo del virrey pide a su amigo que aprenda a leer y escribir para así mantener una relación de amistad epistolar.

No descarta Zarraluki volver a la literatura de aventuras e histórica en el futuro, pues confiesa se lo ha pasado muy bien, pero de momento trabaja en un nuevo libro de cuentos para adultos, que tienen como nexo de unión temas que "resultan incómodos".

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