Con alegría, largas colas y esperanza...así vive RCA sus elecciones más decisivas

    • MonseñorAguirre, desde su diócesis de Bangassou en República Centroafricana, cuenta a LaInformacion.com que "necesitamos un presidente que restablezca la autoridad del Estado y firme el desarme con las milicias".
    • "Estamos en un pozo, no podemos caer más hondo, solo nos queda salir", insiste el obispo quien subraya que hay que poner fin "a la corrupción endémica" del país.
Una mujer vota en la República Centroafricana / AFP
Una mujer vota en la República Centroafricana / AFP

La República Centroafricana tiene hoy una cita con la historia. El país vota este miércoles para elegir presidente y Parlamento, en unas elecciones con las que esperan empezar a salir de tres años de violencia que causaron una crisis sin precedentes en este empobrecido país. "El ambiente es muy bueno y la gente está muy ilusionada", cuenta por teléfono a este medio MonseñorAguirre, desde su diócesis de Bangassou.

Treinta candidatos participan en la elección presidencial y alrededor de 1.800 aspiran a ser elegidos diputados. Entre los candidatos a la presidencia destacan Anicet Georges Dologuélé y Martin Ziguélé, ambos ex primeros ministros del fallecido presidente Ange-Félix Patassé, y Abdoul Karim Méckassoua, varias veces ministro del expresidente François Bozizé. "Muchos de ellos son cómplices de los gobiernos anteriores y pertenecen a la vieja escuela. Algunos han podido hacer campaña por las zonas rurales pero otros mucho se han quedado solo en la capital, Bangui", explica. En el país viven 4,8 millones de personas, principalmente en zonas rurales.

Bangassou, donde está la diócesis del padre Aguirre, está a 800 kilómetros de distancia de la capital. Esta mañana desde primera hora "todos los vecinos han formados largas colas para votar. Aquí en el referéndum de hace diez días, votaron el 98 por ciento de los vecinos", señala, con entusiasmo.La guerra sacudió al país africano en 2013

La República Centroafricana está sumida en el caos desde que la exrebelión Seleka, de mayoría musulmana, derrocó al presidente François Bozizé en marzo de 2013 y fue luego expulsada del poder por una intervención internacional a principios de 2014. Dirigido desde entonces por la presidenta de la transición, Catherine Samba Panza, el país intenta desde entonces curar sus heridas y recuperar una economía arruinada. "Ojalá que todo el mundo vaya a votar para tener un presidente querido por todos los centroafricanos", desea al obispo.

La República Centroafricana necesita cambios, reformas, buenos dirigentes...Durante décadas, el país africano fue una pieza en el tablero de los intereses franceses, debido principalmente a sus recursos naturales, principalmente diamantes, pero también oro, uranio y petróleo. Como tristemente ocurre en varios países de África, sus recursos naturales no son sinónimo de bienestar social. En la actualidad es el séptimo país más pobre del mundo y el quinto más violento, según el Index Global Peace de 2015.

Preguntado por las reformas inmediatas en el país, el obispo lo tiene claro. "Necesitamos un presidente que consiga que la instituciones vuelvan a funcionar, restablezca la autoridad del Estado y firme el desarme con las milicias", enumera el Padre Aguirre. En su opinión, lo inmediato es pacificar el país y para ello, "el gobierno tiene que poner en marcha acciones para desarmar a los grupos violentos", asegura.

El camino del cambio no es fácil. Debido al gran número de candidatos, el escrutinio de los votos y los resultados se prevén largos y complicados. "Estamos en un pozo, no podemos caer más hondo, solo nos queda salir", insiste. No obstante, la corrupción endémica del país dificulta la transición política.

Alegría, largas colas, entusiasmo y esperanza. La República Centroafricana mira hoy al futuro, al despertar pacífico de una nación que en 2016 podría dejar atrás el sufrimiento y el dolor de tres años de conflicto y conseguir que musulmanes y católicos vuelvan a vivir como hermanos.

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