Egipto y Sudán presionan a Etiopía por construcción de presa en el Nilo Azul

  • Egipto y Sudán instaron hoy a Etiopía a que se coordine con ellos y espere las directrices de una comisión de expertos antes de dar nuevos pasos en la construcción de la polémica presa del Renacimiento en el río Nilo.

El Cairo/Jartum, 29 may.- Egipto y Sudán instaron hoy a Etiopía a que se coordine con ellos y espere las directrices de una comisión de expertos antes de dar nuevos pasos en la construcción de la polémica presa del Renacimiento en el río Nilo.

Las presiones de las autoridades egipcias y sudanesas llegan después de que ayer Etiopía comenzara a desviar el Nilo Azul y renovara los temores de El Cairo y Jartum a una disminución de su cuota de agua.

El embajador etíope en El Cairo, Mahmud Derir, fue convocado en el Ministerio de Exteriores egipcio, que expresó su rechazo al comienzo del proyecto sin tener en cuenta las recomendaciones de la citada comisión tripartita, que previsiblemente dará a conocer en las próximas horas su informe final en Addis Abeba.

Durante el encuentro, el viceministro de Exteriores para Asuntos Africanos, Ali al Hafni, subrayó la necesidad de que "los tres países aborden con seriedad las recomendaciones para cumplir los intereses de sus respectivos pueblos sin dañar a ninguno de ellos".

Según las declaraciones recogidas por la agencia oficial egipcia, Mena, Al Hafni pidió una "colaboración positiva" y destacó la importancia de coordinarse ante cualquier paso respecto a la construcción de la presa Renacimiento.

El diplomático también pidió que "se materialicen los compromisos de Etiopía de no afectar la cuota (de agua) de Egipto", que asciende a 55,5 billones de metros cúbicos.

Egipto adoptará una postura definitiva sobre esta cuestión cuando reciba los resultados del citado informe -elaborado por expertos egipcios, sudaneses y etíopes- sobre el impacto de esa presa en las cuotas de agua de otros países de la cuenca del Nilo.

Ayer, las autoridades egipcias ya aseguraron que el desvío del Nilo Azul por parte de Etiopía no afectará a la cuota de agua egipcia, aunque señalaron que esto no significa que hayan aceptado la construcción de la presa.

En esa misma línea, el Gobierno sudanés dijo hoy que su país no se verá afectado por el desvío del curso del río, pero reiteró la necesidad de que se haga bajo la cooperación entre los tres países.

En un comunicado, el Ministerio de Asuntos Exteriores señaló que se están llevando a cabo "consultas y diálogo" entre Sudán, Etiopía y Egipto, y prometió colaborar para lograr "el mayor beneficio para los tres países".

El Ministerio negó que su país vaya a recurrir a la Liga Árabe para afrontar este asunto, como publicaron algunos medios que podría hacer junto a Egipto.

Etiopía comenzó ayer el desvío de agua del Nilo Azul, que alimenta el río Nilo, con el objetivo de construir la presa en disputa, que se situará a unos 40 kilómetros de la frontera con Sudán y cuya construcción está previsto que concluya en 2016.

El Cairo y Jartum siempre se han negado a firmar cualquier pacto que ponga en peligro lo que ellos denominan su "derecho histórico" al agua del río, que tiene 6.670 kilómetros de longitud y otros ocho estados en su cuenca: Kenia, Uganda, Ruanda, Tanzania, Congo, Burundi, Eritrea y Etiopía.

La postura egipcia se basa en los acuerdos conseguidos durante la primera mitad del siglo pasado, cuando Egipto y el Reino Unido, en nombre de las colonias británicas, firmaron un pacto en 1929 que concedía al país árabe la mayoría de los 84 billones de metros cúbicos que llegan anualmente a la parte baja del río.

En 1956, Sudán se independizó del Reino Unido y tres años más tarde negoció un nuevo pacto con su vecino del norte que asignaba 55,5 billones de metros cúbicos a Egipto al año y 18,5 billones a los sudaneses, mientras que los 10 millones restantes se consideraban perdidos por la evaporación y las filtraciones río arriba.

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