La oposición no islamista egipcia considera "preocupante" discurso de Mursi

El Cairo, 28 ene.- La oposición no islamista egipcia calificó hoy de "preocupante" el discurso pronunciado anoche por el presidente Mohamed Mursi en el que invitó a un diálogo nacional y ordenó el estado de emergencia en las provincias vecinas al canal de Suez, tras los disturbios de los últimos días.

El miembro de la principal coalición opositora del país, el Frente de Salvación Nacional (FSN), Azazi Ali Azazi, dirigente de la Corriente Popular Egipcia, dijo a Efe que el discurso de anoche de Mursi "es preocupante y no contiene nada más que amenazas y advertencias para el pueblo egipcio".

Asimismo, criticó el llamamiento al diálogo del presidente porque, en su opinión, las demandas de la revolución deben ser aplicadas "a través de decisiones que satisfagan a los revolucionarios y a la revolución" y no mediante conversaciones.

Hoy está previsto que el FSN se reúna para decidir si participa o no en ese diálogo nacional.

Ayer, la Corriente Popular Egipcia, uno de los integrantes del FSN, dijo que tomaría parte en ese diálogo si se cumplía una serie de condiciones como el fin de la violencia y la asunción por parte de las autoridades de su responsabilidad en los disturbios, entre otros.

Por su parte, el Partido Libertad y Justicia (PLJ), brazo político de los Hermanos Musulmanes, expresó en un comunicado su apoyo a las gestiones de Mursi, que fue presidente del PLJ hasta su triunfo en las elecciones, y a su convocatoria de un diálogo nacional "para que se escuchen todas las opiniones".

"El diálogo es el camino para llevar a Egipto a la orilla de la seguridad", afirmó el partido.

Además, pidió a las formaciones políticas que, además de denunciar la violencia, actúen de una manera positiva para detener los ataques contra las instalaciones públicas y las propiedades privadas.

Desde el pasado viernes, cuando se conmemoró el segundo aniversario del inicio de la revolución que derrocó al presidente Hosni Mubarak, los disturbios entre manifestantes y policías han causado 47 muertos y centenares de heridos en todo el país.