Turquía responde con dureza al peor ataque del PKK en dos décadas

  • Turquía respondió hoy con contundencia, militar y políticamente, al sangriento ataque cometido la pasada madrugada por el grupo armado Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), en el que murieron 24 uniformados turcos y otros 18 resultaron heridos.

Ankara, 19 oct.- Turquía respondió hoy con contundencia, militar y políticamente, al sangriento ataque cometido la pasada madrugada por el grupo armado Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), en el que murieron 24 uniformados turcos y otros 18 resultaron heridos.

El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, quien canceló un viaje a Kazajistán y convocó una reunión de la cúpula de seguridad, confirmó que el Ejército inició un ataque por aire y tierra en territorio iraquí para perseguir a los rebeldes kurdos.

Varios medios turcos citaron fuentes militares según las que entre 20 y 23 milicianos kurdos han sido abatidos en la operación de castigo del ejército.

El ataque del PKK fue una acción coordinada contra ocho puestos militares en la provincia de Hakkari, cerca de la frontera iraquí, donde el grupo armado dispone de bases desde las que ataca posiciones turcas.

Mediante un comunicado colgado hoy en la agencia pro kurda Firat, el PKK, considerado terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, reivindicó los ataques y aseguró que habían provocado 100 bajas, entre muertos y heridos, en las filas turcas.

Esa acción de los rebeldes kurdos, la más grave desde principios de los años 90, provocó una rotunda reacción del Gobierno de Ankara.

En un mensaje televisado al país, Erdogan aseguró que su país no cederá ante lo que calificó de ataques terroristas.

"No daremos un paso atrás y no cederemos un milímetro del territorio de este país. Esto debe saberlo el enemigo", afirmó el primer ministro.

Erdogan agregó que todos aquellos "que son capaces de matar a niños, bebés aún no nacidos, maestros e ingenieros", -en referencia a recientes ataques- "deben morir".

Pese a la dureza de su mensaje, Erdogan pidió al pueblo turco paciencia y que no deje llevar por la ira ya que si no, los terroristas "habrían logrado su objetivo".

"Los derechos humanos son la respuesta verdadera al problema del terrorismo", sentenció.

Eso sí, advirtió que quienes apoyan al PKK desde el exterior "pagarán por ello" y denunció a quienes "se pasean del brazo con los terroristas" y "no condenan el terrorismo" en referencia a la ambigua relación que los nacionalistas kurdos del Partido de la Paz y la Democracia (BDP) mantienen con el PKK.

Precisamente hoy, el copresidente del BDP, Selahattin Demirtas, exigió "al gobierno y al PKK" que "detengan la guerra" e inicien un "proceso de paz".

El principal partido de la oposición, el CHP, exigió la dimisión del Gobierno de Erdogan al entender que ha fracasado su política para resolver el problema kurdo. Por su parte, el nacionalista MHP llegó a solicitar que se declare el estado de emergencia y se acabe con la estrategia de apertura hacia la minoría kurda.

El líder de la administración regional kurda del norte de Irak, Masoud Barzani, telefoneó a Erdogan para trasmitirle sus condolencias para las familias de las víctimas y denunció que los ataques del PKK pretenden romper la hermandad entre kurdos y turcos.

Esta serie de atentados suponen el quinto ataque más grave desde que el PKK tomó las armas en 1984 para reivindicar la autonomía de los 12 millones de kurdos que viven en Turquía.

Desde entonces, unas 45.000 personas han muerto en la guerra no declarada entre los rebeldes kurdos y las fuerzas turcas.

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