Cuando Nadal ve a Federer al otro lado de la pista en los últimos tiempos sabe que el final no será feliz. Ya le había vencido en una final épica en Australia, y ahora tocaba Miami, lugar en el que ningún español ha ganado y en el que Nadal ya había perdido cuatro finales. El pésimo dato no cambió debido a un Federer con un repertorio arrollador que rompió la igualdad con Nadal en los momentos claves de cada set (6-3, 6-4).🏆🏆🏆 #Federer#MiamiOpen pic.twitter.com/YznQo0cicH— Miami Open (@MiamiOpen) 2 de abril de 2017
Desde el principio, el partido puso de manifiesto todo lo que conlleva un Nadal-Federer: calidad, igualdad y entrega hasta límites insospechables.
Empezó sacando Federer con un servicio que costó mucho neutralizar a Nadal. El español le mantuvo el ritmo al suizo desde el fondo de la pista, soltando derechas ganadoras que igualaban los juegos unos tras otros, pero lo cierto es que se notaba que Federer ganaba los suyos con más facilidad que Nadal, obligado a jugar continuos 'deuce'.
Bajo los 28 grados de Miami los dos reyes del tenis mundial se mostraron lentos de piernas, intentando sellar los puntos con potentes primeros saques. Las espadas se mantuvieron en todo lo alto hasta que en el octavo juego Federer consiguió romper el servicio a Nadal en su sexta bola de 'break' en el duelo.
Fue un jarro de agua fría para Nadal. Lo que necesitaba realmente era uno literal para soportar las condiciones atmosféricas, pero eso no llegó y sí una bajada de brazos del manacorí a la que no estamos acostumbrados. Federer, con su potente saque, cerró el primer set sin problemas.
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Misma táctica y título para Federer
Nadal comenzó ganando en el segundo set con su característico "¡vamos!" de rabia, pero las piernas no le siguieron, sobre todo con el saque de Federer. La igualdad seguía en lo más alto, pero Federer demostró estar a un nivel superior con tres juegos en blanco consecutivos ante el español con su servicio.
Nadal salvó los muebles, es decir, su saque en el séptimo juego. Federer gozó de dos bolas de 'break' que no cerró y el manacorí revivió cuando estaba en la lona. Eso sí, en el siguiente juego su rival volvió a ganar por la vía rápida.
Se veía venir el 'break' del suizo y llegó en el momento decisivo. Con el 4-4 dio un recital de dejadas y globos para poner en jaque a Nadal. Sacaba para ganar y no titubeó. Nadal luchó pero perdió su quinta final en Miami.
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