Cristiano Ronaldo, en el diván del Bernabéu

Ansiedad. Ésa es la palabra. No se habla de otra cosa desde que se ha roto el idilio que CR7, el jugador antes conocido como CR9, mantenía con el gol. Tres partidos de Liga y uno de Champions, 360 minutos, un buen puñado de disparos a puerta y… un gol de rebote. Ni siquiera eso porque el colegiado Mateu Lahoz adjudicó el segundo tanto en el partido contra la Real Sociedad a Pepe, que desvió el lanzamiento de falta de su compatriota de forma tan involuntaria como acertada.

Hace unas semanas, la pregunta estrella en las ruedas de prensa se refería a la dualidad Madrid-Barcelona, a si este campeonato sería otra vez cosa de dos o habría más invitados a la fiesta. Ahora, todo gira en torno a la ansiedad de Cristiano, todo el mundo habla de eso porque la pregunta está en el aire. En el Bernabéu, todas las cámaras y los ojos se van a centrar en el futbolista. Aparte del partido Real Madrid-Espanyol, se va a disputar otro encuentro paralelo en el que sólo jugará Cristiano. Cualquier gesto suyo será estudiado minuciosamente, cualquier declaración posterior será analizada por activa o por pasiva.

Todo el mundo habla de lo que le pasa a Cristiano

Los últimos en hablar de la supuesta ansiedad del astro portugués han sido Mauricio Pochettino y Sara Carbonero. Para el entrenador del Espanyol, Cristiano está "un poquito más ansioso de lo normal" por culpa de la enorme presión mediática que se ejerce sobre él, pero el tiempo solucionará sus problemas. La periodista fue mucho más dura al analizar al compañero de su novio Iker Casillas: "Es egoísta e individualista en el campo. No le pasa nada. No está deprimido y no ha ido al psicólogo".

Antes, numerosos compañeros de Cristiano habían realizado un análisis diferente del estado de ánimo de CR7, bastante más benevolente. Para Granero, tiene mucha responsabilidad por lo que representa, mientras que Xabi Alonso le ve igual que siempre. ¿Qué opina su entrenador, José Mourinho? El técnico no ve ansiedad sino sangre caliente durante los partidos, algo positivo porque lleva a su compatriota a esforzarse al máximo.

Ansiedad, responsabilidad, sangre caliente, egoísmo en el campo… En lo que sí parece que coinciden todos es en la solución. Los males de Cristiano y el debate en torno a ellos desaparecerán cuando vuelva a marcar goles al ritmo de la pasada temporada, en la que logró 33 dianas en 35 partidos. En el Espanyol, que lleva 14 años sin lograr la victoria en el Bernabéu, esperan que el portugués no se ponga al día con las estadísticas precisamente ante ellos.