El Barcelona y Guardiola pierden la batalla de los despachos contra Osasuna

  • A las 20:48, con tres cuartos de hora de retraso, empezó el Osasuna-Barcelona. Fue el punto y final a una jornada donde las noticias contradictorias se sucedieron y en la que el Barcelona y su entrenador, Pep Guardiola, perdieron la partida de ajedrez de las directivas con el modesto Osasuna. El técnico azulgrana acabó siendo una de las caras visibles de un desplante fallido que recordó a otro en la Copa del Rey en 2000.
Los jugadores del Barça se marchan a sus casas a la espera de jugar mañana contra Osasuna
Los jugadores del Barça se marchan a sus casas a la espera de jugar mañana contra Osasuna
Jorge Ramírez Orsikowsky

Los prolegómenos del Osasuna-Barcelona fueron un caos informativo, una sucesión de gags de los Hermanos Marx, pero sin la gracia de los célebres cómicos. Es increíble que en una Liga que presume de ser la mejor del mundo pase lo que sucedió el sábado. El contraste con la Premier inglesa, donde se conocen las fechas y horarios desde que se configura el calendario en verano, es más que notable.

Para hacer un resumen a los lectores, valga este esquema o cronología:

-En la tarde del viernes 3 de noviembre, los controladores aéreos deciden realizar una huelga brutal y paralizar los aeropuertos españoles. El Barcelona conoce esta situación, pero decide mantener sus planes de viajar el sábado, el mismo día del partido, como hace siempre desde que Pep Guardiola es entrenador del equipo azulgrana.

-En la mañana del sábado, los futbolistas del Barcelona acuden al estadio y, tras no poder viajar a las 10:30, el club decide esperar hasta las 13:00 para ver si puede volar a Pamplona o no. A esa hora no ha cambiado la situación del aeropuerto del Prat. De repente, por sorpresa, el club envía a los jugadores a casa. Asegura que la Federación Española de Fútbol les ha garantizado que el partido se disputará el domingo a las 17:00 y que no hay problemas para el aplazamiento. Este anuncio se produce a las 13:35.

-En el Osasuna no están nada conformes con esta decisión y una hora y media después publican un comunicado en el que informan de que el partido será el sábado a las 20:00 porque nadie les ha avisado de lo contrario. Además, también comunican a diversos medios que no se presentarán al encuentro si se aplaza al domingo.

-Desde el Barcelona habían declarado que miembros de la RFEF les habían asegurado que no había problema para modificar la fecha del encuentro, pero, más tarde, Jorge Carretero, portavoz de la RFEF, explica que si todos los clubes han viajado en tren o en autocar, el Barcelona puede y debe hacer lo mismo. Carretero dice que la Federación no puede aplazar partidos porque es competencia de la Liga de Fútbol Profesional.

-En esta situación, el Barcelona se vio obligado a viajar en AVE a Zaragoza. Salió a las 16:00 y llegó a las 17:48 a la capital mañana. Desde allí partió hacia el estadio Reyno de Navarra, al que accedió a las 20:02, dos minutos más tarde del horario inicial del encuentro.

¿Por qué no cambió de planes el Barcelona a primera hora de la mañana del sábado para evitar las prisas? El club azulgrana publicó este comunicado explicando los hechos. Lo cierto es que el partido se ha jugado el sábado por la presión que ha ejercido Osasuna, que se ha negado a ceder un ápice. En la guerra de despachos, los navarros salieron vencedores. La imagen que ha dado el Barcelona ha recordado a otro episodio de la historia negra del club azulgrana.

La retirada en la Copa del Rey del Barça de Van Gaal

El 24 de abril de 2000, el Barcelona no disputó el partido de vuelta de semifinales de la Copa del Rey. Se enfrentaba al Atlético, que en el encuentro de ida había ganado 3-0. El partido había coincidido con una fecha FIFA para selecciones y el club azulgrana pidió el aplazamiento porque aseguraba que entre jugadores convocados por sus selecciones y lesionados no tenía futbolistas suficientes. Al final, no se concedió el aplazamiento y 11 jugadores del Barcelona, con Guardiola como capitán al frente, posaron minutos antes del partido en la banda del Camp Nou. Luego, el capitán avisó al colegiado, Díaz Vega, y al capitán rojiblanco, Santi Denia, de que no iban a disputar el encuentro.

Se le dio el partido por perdido por 0-3 y se le prohibió disputar la siguiente edición de la Copa del Rey, pero esta última sanción no la cumplió porque la RFEF le perdonó con una amnistía. Es curioso que Guardiola fuera entonces el que diera la cara tras la maniobra orquestada en los despachos del Camp Nou con el beneplácito del técnico, Loius Van Gaal. El mismo Pep está ahora detrás de la cabezonería de no querer viajar en tren y autobús, y club y técnico no dieron su brazo a torcer hasta que el ultimátum les ha obligado a ello.

Osasuna gana la partida de ajedrez

Numerosos equipos han viajado por el caos aéreo en autocar o tren, y, de hecho, el Barcelona había enviado el material deportivo en autobús al Reyno de Navarra. Sorprende que utilizase el autobús para enviar las camisetas, pantalones, ropa de entrenamiento y demás, y no incluyese a los jugadores y al cuerpo técnico, otro de los argumentos presentados por Osasuna en contra del aplazamiento.

Al final, el pulso del Barcelona a Osasuna con el apoyo implícito de la RFEF se quedó en nada por la protesta del club rojillo, que amenazó con no presentarse al partido al día siguiente, y que movió los hilos para mostrar su indignación tanto en los medios de comunicación como en la LFP y la RFEF. Viendo los esfuerzos que habían hecho los distintos equipos para poder jugar sus partidos, la RFEF tuvo que dar marcha atrás, algo que molestó al Barcelona porque se sintió engañado. Tenía el apoyo del organismo federativo y luego se quedó a los pies de los caballos.

No es la primera vez que el Barcelona de Guardiola viaja en autobús por las circunstancias. En la pasada edición de la Liga de Campeones, tuvo que desplazarse a Milán en un trayecto de 10 horas por la erupción del volcán islandés Eyjafjalla. No quiso arriesgarse a una sanción de la UEFA, que hubiera castigado duramente al equipo azulgrana si no se hubiera presentado. Entonces, el Barcelona no tenía el supuesto permiso de ningún miembro del organismo europeo, algo que, al parecer, sí tenía en esta ocasión por parte de la RFEF.

Aunque, al final, donde dije digo, digo Diego. Poco antes de empezar el partido, y tras no reconocer primero los contactos, al final la RFEF declaró por medio de su secretario general, Jorge Pérez, que acordó con el Barcelona aplazar el partido al domingo. Después, Osasuna se negó cuando se le informó. ¿Por qué no esperó el Barcelona a saber la postura de los navarros antes de anunciar que se jugaría el domingo? Otro misterio sin resolver, como la cabezonería de posponer el viaje. Guardiola lo intentó explicar en la rueda de prensa y no convenció a los periodistas. Al menos, la batalla en el césped sí la ganaron los azulgranas, y el regreso, fuera por tierra o en avión, pudo ser mucho más tranquilo.

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