El tridente decreta la paz en Barcelona y el Madrid se redime ante el Espanyol

    • Anotan en la victoria culé ante un Atlético de Madrid que baja hasta la tercera posición.
    • El Madrid volvió a la senda de la victoria ante el Espanyol y Bale anotó el tanto de la jornada. El Eibar sueña con Europa.
Pedro Antolinos
Pedro Antolinos

Como pretendía Joan Bartomeu, Neymar, Suárez y Messi rebajaron la tensión existente en Barcelona a base de goles. En especial un Leo Messi, que después de una semana donde se manchó su nombre, limpió su imagen con un partido donde el argentino recordó al de hace unos años. Se asoció, asistió, goléo y, lo más importante, jugó para el Barcelona. Así, el conjunto culé realizó su mejor partido de la temporada en el día más importante. Nada pudo hacer contra el juego catalán un Atlético de Madrid que vivió su peor primera parte en mucho tiempo. Defendio muy atrás, con una muy mala organización y sin aportar creatividad.

El Real Madrid volvió a la senda de la victoria tras perecer en dos partidos consecutivos. Tras saborear el éxito durante 22 jornadas consecutivas la derrota creó cierto nerviosismo pero Bale se encargó de apaciguar los ánimos con un partido que no mereció el abucheó. El galés dio un pase milimétrico a Cristiano en el primer tanto de James, anotó el segundo al transformar un tiro libre a la perfección y aportó buenas soluciones ofensivas a un equipo que volvió a sonreír tras salir deprimido del Calderón. Nacho, a pase de Arbeloa, puso fin a la fiesta blanca ante un Espanyol que fue el invitado perfecto. Adelantó líneas al principio, se sintió incómodo cuando estuvo por detrás y no quiso protagonismo cuando estuvo con uno más.

Por su contra, si que quiere que le presten atención un Unai Emery que está haciendo un trabajo encomiable en Sevilla. Tras la época de vino y rosas en Europa, el Pizjuán es una plaza donde se exigen juego y resultados. Lo primero está tardando en llegar pero los éxitos aparecieron rápido. El técnico vasco siempre aseguró logros veloces. Ganó el año pasado la Europa League, y tras su victoria ante el Almería (0-2) reposa en una zona de Champions League donde el club tiene puesto el punto de mira desde hace años.

Se bajó de los puestos Champions un Valencia de Nuno que acumuló talento y méritos en Vigo pero que sólo se marchó con un punto de Balaídos. Rodrigo adelantó a los ché y Orellana, que había fallado un penalti antes, anotaría un tanto para los gallegos 710 minutos después. Si un equipo con Nolito, Larrivey o Charles acumula ese tiempo sin marcar puede pasar cualquier cosa en el fútbol.

Como que el Eibar aspire a colarse en la Europa League. Hace un año se agotaron los adjetivos para calificar a los de Garitano. Pues habrá que inventarlos. Cualquier aficionado al fútbol debería prestar atención al milagro de un equipo armero que venció al Getafe (2-1) en el debut de Quique Sánchez Flores. Garitano ha hecho un grupo de la nada y los vascos, son a día de hoy, uno de los equipos mejores trabajados de la Liga. Defienden al unísono a la perfección, saben llevar el tiempo del partido sin el balón y atacan con una armonía que denota que el entrenador ha elaborado una maquina perfecta con poco dinero. Son octavos y están detrás de un Málaga y Villarreal que empataron (1-1) en el duelo europeo de La Rosaleda. Los andaluces viven de Amrabat y la magia de la cantera, y los castellonenses siempre se han agarrado a lo colectivo.El Elche da la campanada en la Catedral

Parecía desahuciado pero el Elche de Escribá tiró de orgullo para dar la campanada en la Catedral ante un Athletic (1-2) que ni está ni se le espera. Los goles de Víctor Rodríguez y Fajr hacen creer a una afición hastiada de problemas extradeportivos. Ahora, la última posición la ocupa un Granada de Joaquín Caparrós que sigue en caída libre. El técnico andaluz, todo un experto en manejar este tipo de situaciones, no encuentra la tecla de una plantilla descompensada sin ansia de gol con mucha estrategia pero poco desparpajo. La Real Sociedad se adelantó al transformar Vela un penalti y Fran Rico también empató desde los once metros. También fue una pena máxima el Levante-Deportivo del viernes donde Mariño fue el héroe en un empate a cero estéril que no beneficia a ninguno.

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