Liga BBVA: El Atlético saca la cabeza

El Atlético no fue brillante, pero reparó la mala actuación del último partido en San Mamés. Ni Adrián ni Domínguez jugaron ante el Athletic pero Gregorio Manzano les debe la victoria de esta noche ante el Zaragoza. Dos goles, dos cabezazos del delantero y el central rojiblancos frenaron la mala racha colchonera y dan un respiro al técnico jienense.

El Día de las peñas suele ser una fecha maldita en el Vicente Calderón, pero el Atlético de Madrid no se podía permitir más traspiés y apeló a Diego, Gabi, Arda Turan y sobre todo a un motivado Adrián que contagió a sus compañeros para doblegar al Zaragoza antes del descanso.

El delantero asturiano regresó a la titularidad de la mejor forma posible, marcando. En el minuto 18, mandó a la red un centro de Arda Turan con un cabezazo impecable desde el punto de penalti. Roberto voló pero el balón se alojó en la escuadra derecha, rompiendo el empate del que hasta entonces era un partido espeso. El gol liberó a Diego, que  apareció con mayor peligro cerca del área, y el Atlético lo agradeció.

Adrián consiguió que Falcao tuviera más presencia en el juego cayendo a banda, aguantando el balón y entendiendo mejor que nadie sus desmarques. La aportación ofensiva del colombiano, sin embargo, se redujo a un cabezazo forzado y dos disparos desde la frontal taponados por la defensa. Pero esta vez el Atlético marcó y no se echó en falta la pegada del 'Tigre', al que suplió el de Teverga en esa faceta con dos goles, el segundo de ellos tras una gran jugada de Filipe Luis.

La endeblez del Zaragoza en los balones aéreos la explotó a la perfección el equipo madrileño, y de nuevo un cabezazo acabó en la red. Esta vez era el capitán Álvaro Domínguez el que culminaba una jugada a balón parado entre Gabi y Godín. La grada del Calderón, más calmada tras el 2-0, se dedicó a corear el nombre de Luis Aragonés entre el reproche y la mofa a los suyos y al palco.

En apenas una jornada, Domínguez ha pasado de consolar a Reyes a jugar y marcar. En solo cuatro días, el utrerano ha desaparecido del banquillo para acabar en la grada. Protestó su cambio en San Mamés y luego se disculpó ante Manzano, pero el técnico no lo dejado pasar. Fue uno de los descartes del entrenador del Atlético, que ha tenido que escuchar por momentos la música del "Manzano, vete ya".