Cinco momentos que deja el ciclismo de ruta en Rio-2016

El ciclismo de ruta de Rio-2016 dice adiós este miércoles con un enorme abanico de momentos que pasarán a la historia.

Estos son los cinco más destacados en las pruebas masculinas y femeninas en línea y contrarreloj:

El primer día, la primera instantánea. El ascenso y la bajada de Vista Chinesa marcó el devenir de la carrera hasta el punto de que acabó con varios ciclistas en el hospital. El australiano Richie Porte, tras sufrir varios problemas mecánicos, fue el primero en caer, lo que le produjo una lesión en el hombro.

Pero el punto álgido de la prueba llegó unos minutos después. El italiano Vincenzo Nibali lideraba la carrera junto al colombiano Sergio Luis Henao cuando 'El Tiburón' se fue al suelo, arrastrando al cafetero a la lona. Resultado: rotura de clavícula para el primero y fractura en la pelvis para el segundo.

Vista Chinesa se acaba de cobrar sus tres primeras víctimas.

Tras las caídas de Henao y Nibali, el polaco Rafal Majka se quedó sólo en la punta. Restaban unos 10 km y parecía que contaba con una ventaja suficiente para consagrarse campeón olímpico.

Sin embargo, las piernas le fallaron y cedió la presea en los últimos metros.

"Al final tenía tantos calambres que apenas podía pedalear. Cuando los otros me alcanzaron supe que sería imposible ganar", apuntó Majka.

El belga Greg van Avermaet lo aprovechó y acabó colgándose el oro, por delante del danés Jakob Fuglsang, al que ganó al sprint después de 237,5 km de etapa. Majka por lo menos pudo ser bronce.

En la rama femenina, el esqueleto de la carrera fue el mismo.

La estadounidense Mara Abbott, con todo a favor, fue neutralizada al final y la holandesa Anna van der Breggen se hizo con el oro, por delante de la sueca Emma Johansson y la italiana Elisa Longo Borghini, con el mismo tiempo que ella.

Como Nibali y Henao el día anterior, la carretera fue caprichosa en la prueba de línea femenina. La holandesa Annemiek van Vleuten se dirigía a la victoria cuando el asfalto la expulsó de su bicicleta, protagonizando una de las imágenes de los Juegos de Rio al estrellarse con violencia contra el suelo. Inmóvil durante varios segundos, fue llevada al hospital en ambulancia y desde entonces guarda reposo. Su diagnóstico: una severa conmoción cerebral y varias microfracturas en la columna vertebral.

La estadounidense Kristin Armstrong, un día antes de cumplir 43 años, ganó su tercer oro consecutivo en contrarreloj. Tras sus éxitos en Pekín-2008 y Londres-2012, la norteamericana no se lo creía al cruzar la meta. Se cuadró, miró la pantalla de tiempos, tardó en interpretarlos y, unos segundos después, al darse cuenta de su gesta, se tiró al suelo y se echó a llorar.

Estuvo abrazada a la carretera varios segundos antes de levantarse, agradecida por el hito que acababa de completar.

... y el oro de Fabian Cancellara. El suizo ganó la contrarreloj masculina, su segundo oro tras Pekín-2008, en su última gran carrera antes de retirarse a los 35 años. 'Espartaco' igualó además al ruso Viacheslav Ekimov como el hombre más condecorado de la historia en la disciplina. Y, como siempre que hay un ganador, debe haber un perdedor. O perdedores. El británico Chris Froome, favorito para la victoria, asumió su tercer puesto con felicidad por colgarse otro bronce, después del que consiguió en Londres-2012 pero, el holandés Tom Dumoulin, segundo, no tenía ganas de fiesta.

"Tenía un objetivo hoy, ganar la medalla de oro. Así que no ganar ha sido una decepción, claro", dijo con rostro serio en conferencia de prensa.

"Pero estar en el podio olímpico es algo especial", añadió con el paso de los minutos, saboreando su plata en Rio-2016.

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