Las Palmas de Gran Canaria, 31 oct.- Miguel Ángel Ramírez, presidente de la UD Las Palmas, ha asegurado hoy en rueda de prensa que Manuel García Navarro, expresidente y accionista del club, se quedó en su día "con el dinero de la venta de los jugadores Momo y Rubén Castro al Deportivo de La Coruña".
Ha sido una de sus sorprendentes respuestas cuando se le ha preguntado por el reciente fallo de la Audiencia Provincial de Las Palmas, que ha anulado la junta general de accionistas del 17 de diciembre de 2009 al estimar el recurso de apelación presentado por el expresidente amarillo.
"Hay que respetar las decisiones judiciales, pero Navarro tiene una cruzada contra la Unión Deportiva para cobrar un dinero que él dice que se le debe", ha comentado, y le ha calificado como "un señor que no tiene vergüenza, que va de víctima cuando entregó al club con una deuda de 72 millones de euros y en la Segunda División B".
En su opinión, es "un personajillo de ficción, que pretende que esto sea un cortijo como lo fue cuando él era presidente", y ha añadido: "Es de risa que diga que dirigimos al club de forma ilegal, cuando llevamos nueve años pagando y cumpliendo con las todas las obligaciones".
"Nos toca vivir con esto, pero creo que al final habrá cordura", ha agregado, y asegura que el futuro del club amarillo "no está en peligro". Desea, además, que García Navarro "esté lejos" del club y "no vuelva nunca más".
Asimismo ha revelado que le ha denunciado "como inductor" de unos insultos que se escucharon contra Navarro en el pasado partido ante el Murcia, así como por unos carteles en su contra que aparecieron en los aledaños del estadio. "No va a poder con nuestra paciencia ni con nuestras ganas de llevar el club a la elite", ha subrayado. EFE.
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