Raúl puede seguir batiendo récords en Europa… y quizá ante el Real Madrid

  • El Schalke eliminó al Valencia en octavos de final de la Champions, por lo que Raúl podrá seguir batiendo marcas históricas en su competición favorita. En el horizonte hay ahora un posible enfrentamiento con el club de sus amores, el Real Madrid, siempre que el equipo de Mourinho elimine al Olympique de Lyon. El siete ya ha dejado claro que no quiere jugar en el Bernabéu con otra camiseta.
Raúl celebra la clasificación del Schalke ante el Valencia
Raúl celebra la clasificación del Schalke ante el Valencia
Jorge Ramírez Orsikowsky

El Ferrari, como le llamaba Hierro, sigue batiendo récords incluso fuera del Real Madrid. Ante el Valencia, Raúl González superó dos nuevos registros en su lucha personal contra las estadísticas. Si en Mestalla logró su gol número 70 en competiciones europeas, rompiendo el empate que mantenía con el legendario ariete alemán Torpedo Müller, en Genselkirchen se convirtió en el jugador que más partidos ha disputado en la Champions. Con 140, deja atrás a otro clásico: el ex defensa del Milan Paolo Maldini.

Raúl se fue al Schalke 04 para continuar siendo un líder y mejorar sus registros en la Champions. Pensaba que en el Real Madrid no iba a tener los minutos y la importancia en el juego que ahora disfruta en el conjunto alemán. Porque, en la primera mitad, el equipo minero en ataque se redujo, prácticamente, a lo que hizo Raúl. Dos remates suyos de cabeza que se marcharon fuera pusieron el corazón en un puño a los valencianistas, que ya sufrieron su acierto rematador en el encuentro de ida.

De sus compañeros, en labores ofensivas, se vio poco. Algo de Jurado intentando mover al equipo y un remate de Gavranovic de cabeza, completamente solo, a las manos de Guaita. Además, claro, del golazo de falta de Farfán en el minuto 39 que igualaba el conseguido con la cara por Ricardo Costa y que adelantó en la eliminatoria al Valencia. En el lanzamiento del golpe franco, Raúl se metió en la barrera para marcar primero la distancia y evitar que se adelantase, y luego para molestar a Guaita tapando el disparo. ¿Lo consiguió?

En el segundo gol del Schalke, ya en la segunda mitad, Raúl tuvo más presencia. Guaita despejó mal de puños ante el siete, que le estorbó lo necesario en su intento de remate, y la pelota, tras un rechace de Farfán y otras manos blandas del portero, cayó a los pies de Gavranovic, que marcó con mucho suspense. Fue una jugada de Raúl en estado puro: siempre está donde cae el balón. No ha perdido esta cualidad con los años.

Minutos después, Guaita le sacaría un remate a la media vuelta, el último que iba a realizar el delantero. Cuando el partido se rompió, el Valencia quemó las naves y se lanzó al ataque con todo, podría haber marcado en un contragolpe, pero Gavranovic, envalentonado por su buen partido y su gol, buscó el doblete con una vaselina lejana cuando iban tres alemanes contándole a él y al español contra un defensor visitante. El disparo fue al larguero.

El alma y la garra del Schalke

En la recta final el partido, Raúl sacó a relucir su inteligencia en el campo. Protegió el balón en el área rodeado por tres defensas valencianistas y luego se dirigió al córner para perder tiempo. No consiguió provocar la falta, pero arrancó los aplausos de los aficionados germanos, rendidos al ex jugador del Real Madrid, que corrió 11 kilómetros. Clase y lucha, no podían pedir más en el Schalke.

Con la clasificación a cuartos de final en el bolsilo, Raúl fue muy claro sobre si le gustaría jugar contra el Real Madrid en la siguiente ronda. "Deseo que pase el Rel Madrid, pero que en el sorteo nos toque un equipo que no sea español. Para mí sería demasiado emotivo jugar en el Bernabéu con otra camiseta", declaró a la prensa. Sin duda, el regreso del siete a la que fue su casa sería sonado, y no por la ovación que con total seguridad le iba a dedicar la afición madridista. ¿Seguirá batiendo récords ante el equipo de su corazón y en el Bernabéu?

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