Londres.- Wayne Rooney, delantero del Manchester United, ha aceptado las acusaciones de la Federación inglesa de Fútbol (FA) tras su inapropiado lenguaje ante las cámaras durante el último partido con su equipo, pero no está dispuesto a aceptar la sanción automática de dos partidos.
Rooney, de 25 años, ha presentado una apelación a la sanción impuesta el lunes por la Federación al considerar que es "claramente excesiva", según informaron el club inglés y la FA en un comunicado.
Aunque el jugador espera conocer la respuesta de la Federación hoy mismo, no está previsto que se haga pública de momento por respeto al partido que esta noche disputa el Manchester contra el Chelsea en Stamford Bridge, correspondiente a la ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones.
El internacional inglés se enfrenta ahora al riesgo de que su sanción se vea aumentada a tres partidos, si su apelación es considerada "frívola".
Eso obligaría al atacante a perderse tanto el partido de Liga el próximo sábado ante el Fulham, la semifinal de la Copa de Inglaterra ante el Manchester City el 16 de abril y, además, la cita liguera también ante el Newcastle, el 19 de abril.
Wayne Rooney anotó un triplete en la última jornada de la Premier League que salvó al Manchester de una derrota frente al West Ham y mostró una actitud grosera ante las cámaras de televisión inmediatamente después de ejecutar un penalti que supuso su tercer gol y el tercero de los "diablos rojos", que ganaron por 2-4.
Pese a que el jugador se disculpó al término del encuentro, a través de un comunicado, "por cualquier ofensa que pudiera haber causado" tras su celebración del gol, esas palabras no parecieron ser suficiente para la Federación inglesa.
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