El ITER no estará acabado al menos hasta 2022, dos años más de lo previsto

  • El reactor termonuclear experimental internacional (ITER), el tercer proyecto más caro en la historia de la ciencia, no estará acabado al menos hasta finales de 2022, dos años más tarde de lo previsto, por la complejidad de la construcción, ha explicado el director general de ITER, Osamu Motojima.

Barcelona, 16 sep.- El reactor termonuclear experimental internacional (ITER), el tercer proyecto más caro en la historia de la ciencia, no estará acabado al menos hasta finales de 2022, dos años más tarde de lo previsto, por la complejidad de la construcción, ha explicado el director general de ITER, Osamu Motojima.

Motojima participa hoy en Barcelona en la undécima edición del Congreso Internacional sobre Tecnología de Fusión Nuclear, reconocido como uno de los principales encuentros internacionales sobre las tecnologías necesarias para la construcción de un reactor de fusión.

El objetivo del ITER, que se ubica en Cadarache (Francia) y cuya inversión sobrepasa los 10.000 millones de euros, es demostrar que la fusión nuclear, la misma que impulsa a las estrellas, pueda ayudar a resolver el problema energético en la Tierra creando una fuente de energía segura, inagotable y respetuosa con el medioambiente a partir del hidrógeno.

El proyecto se inició en 2010, está en plena construcción y en su desarrollo participan Europa, los Estados Unidos, Japón, Rusia, China, Corea del Sur y la India.

Durante la construcción de este laboratorio se han producido una serie de atrasos, ya que, según las autoridades, hay detalles del diseño del edificio que "no están completos".

"Tenemos atrasos de 23 meses, porque muchos de los detalles del diseño aún tienen problemas, ya que al mismo tiempo que construimos estamos diseñando", ha apuntado Henrik Bindslev, director del Fusion for Energy (F4E), la agencia gestora europea para el ITER, con sede en Barcelona.

"Tampoco -ha agregado- vamos a acelerar los procesos para poder contrarrestar los atrasos que hemos tenido, porque esto al final cuesta dinero".

Bindslev ha añadido que este proyecto tecnológico es "desafiante" e involucra a numerosos países, por lo que en ocasiones su engranaje resulta más "complicado".

Aunque no se tiene una fecha exacta sobre cuándo estará listo el reactor, porque durante el proceso podrían acumularse más atrasos, Henrik Bindslev ha manifestado que la construcción podría estar concluida para 2024, pero el reactor no entraría en funcionamiento hasta tiempo después.

Sin embargo, el director del Laboratorio Nacional de Fusión CIEMAT, Joaquín Sánchez, ha agregado que "la buena noticia es que todos los componentes de alta tecnología, por ahora, progresan sin problemas. El superconductor que antes daba problemas ahora va perfecto, y las bobinas y cables están listas. Muchas veces, los problemas y los atrasos vienen de la complejidad de la construcción".

La complejidad del proyecto se debe, en parte, al hecho de que para la construcción del ITER se debe utilizar tritio, que es un isótopo natural del hidrógeno con carácter radiactivo, por lo que las medidas de protección deben ser más altas.

La fusión nuclear en comparación con la fisión nuclear produce menos residuos nucleares y produce más energía por reacción y, de momento, no ha podido ser aprovechada con fines prácticos.

Más de 500 científicos y tecnólogos de todo el mundo participan desde hoy y hasta el 20 de septiembre en el Palacio de los Congresos de Barcelona en el Congreso Internacional sobre Tecnologías de Fusión Nuclear, presidido por Hideyuki Takatsu.

En el congreso, en que se analizarán y discutirán temas clave en el ámbito de la fusión nuclear, se presentarán alrededor de quinientos trabajos de diferentes áreas como tecnologías de primera pared del reactor, ingeniería de materiales para fusión, diseño de sistemas nucleares y operación y control del plasma, entre otras.

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