El Novo Banco cumple un mes y pretende ser "referencia" en Portugal

  • El Novo Banco, entidad creada con los activos saludables del Banco Espírito Santo (BES), cumple hoy un mes y trabaja ya en la elaboración de un nuevo plan estratégico para mantener la posición de "referencia" en Portugal que tenía su antecesor.

Lisboa, 4 sep.- El Novo Banco, entidad creada con los activos saludables del Banco Espírito Santo (BES), cumple hoy un mes y trabaja ya en la elaboración de un nuevo plan estratégico para mantener la posición de "referencia" en Portugal que tenía su antecesor.

En una nota interna enviada a los trabajadores de la firma y a la que tuvo acceso hoy EFE, su presidente, Vítor Bento, aseguró que esta nueva visión debe traducirse "en un crecimiento sostenido de los ingresos".

Además, también se persigue "la mejoría de la productividad comercial, el uso eficiente de los recursos y una optimización de la base capital", según el texto.

Con este nuevo plan, el objetivo es garantizar "el desarrollo sostenible del banco y mantenerlo como referencia fundamental del panorama financiero portugués".

Fuentes cercanas al proceso confirmaron a EFE que en el diseño de una nueva estrategia participa también la consultora internacional McKinsey.

La entidad financiera cumple así con las instrucciones dictadas por el Banco de Portugal hace una semana, cuando el supervisor le instó a elaborar un plan que permita atraer a nuevos inversores y garantizar una estructura accionarial "estable y comprometida".

El banco central luso informó de la intervención del BES el pasado 3 de agosto, después de que éste anunciase pérdidas por valor de 3.577 millones de euros en el primer semestre del año debido a su exposición a filiales del Grupo Espírito Santo en dificultades contables.

Un día más tarde comenzaba a operar oficialmente el Novo Banco, que ocupa las actuales oficinas del BES, cuyo logotipo empieza a desaparecer progresivamente de su red de oficinas y cuyo nombre ya se ha retirado de las direcciones de correo de sus trabajadores.

La detección de irregularidades en las cuentas de varias sociedades del conglomerado empresarial propiedad de la familia Espírito Santo -una de las más ricas y poderosas del país hasta ese momento- acabó por condenar a la entidad financiera.

Ante el temor de que entrase en incumplimiento por sus problemas para financiarse, el Banco de Portugal optó por dividir el BES en dos partes: el Novo Banco, donde concentra los activos "saludables" y que fue financiado con 4.900 millones de euros, y el "banco malo", que reúne los activos tóxicos y que mantiene el nombre de la entidad original.

El Gobierno luso, de signo conservador, garantizó que el Estado portugués no es ni será accionista del Novo Banco, y subrayó que su intención es venderlo en un plazo máximo de dos años.

Se especula sobre el interés de otras entidades financieras en comprar la parte saludable del BES, entre ellos los españoles BBVA y el Banco Santander.

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