Toledo, 25 feb.- La agencia de calificación crediticia Fitch ha mantenido la calificación de la deuda a largo plazo de Castilla-La Mancha en BBB-, un aprobado bajo, con perspectiva negativa.
Se trata de la misma nota que Fitch concedió a Castilla-La Mancha en marzo de 2012, con lo que se mantiene a las puertas del llamado bono basura.
En su informe hecho público hoy, la agencia de calificación crediticia valora la reducción del déficit del 7,7 % al 1,48 % anunciado por el Gobierno de María Dolores de Cospedal, así como las medidas de control impulsadas por el ejecutivo central, entre ellas la Ley de Estabilidad Presupuestaria.
Se beneficia también Castilla-La Mancha del efecto de los mecanismos de liquidez dispuestos por el Gobierno central, como el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA).
Sin embargo, la nota de la deuda de la región sufre el debilitamiento de los ingresos fiscales, la rigidez de los costes, el gran volumen de la deuda y la debilidad de las finanzas de la Junta a pesar de las medidas para reducir el gasto público y racionalizar el sector público regional, según Fitch.
La agencia sostiene en su informe que el Gobierno autonómico tiene previsto seguir reduciendo sus gastos de funcionamiento a medio plazo, pero considera que será difícil acabar con el déficit en 2014 debido en parte a los altos costes de financiación.
Fitch cifra la deuda de Castilla-La Mancha en 8.550 millones de euros, incluidos los 2.900 millones del plan de pago a proveedores, y plantea que, si bien la preocupación por el riesgo de la deuda a corto plazo ha disminuido, aún existe, pues el 52% de la deuda cumple en el período 2013-2017.
La agencia cree que los ingresos públicos de la región crecerán de forma débil hasta 2014 y los gastos de funcionamiento seguirán disminuyendo en 2013 y 2014 como resultado de las medidas puestas en marcha por la Junta en materia de sanidad y educación y por el Gobierno central en relación con los salarios de los empleados públicos.
Y considera que, en el caso de que, de forma inesperada, los ingresos continuaran cayendo, el Gobierno regional tomaría medidas adicionales para reducir gastos.
Según la agencia, la deuda de Castilla-La Mancha se situará entre los 10.000 y los 11.000 millones de euros a finales de 2015, lo que supondría un 170 % de los ingresos.
La perspectiva sigue siendo negativa por la incertidumbre que existe sobre la recuperación de la economía española y la dependencia a medio plazo de los mecanismos de liquidez puestos en marcha por el Gobierno central, como el FLA.
De hecho, Fitch da por hecho que el Gobierno central se asegurará de que la región disponga de liquidez suficiente para atender los vencimientos de deuda y que la situación de la comunidad mejorará en los próximos tres años.
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