La aerolínea lusa TAP estima pérdidas por la huelga de un millón de euros

  • Lisboa.- La principal aerolínea de Portugal, TAP, estima unas pérdidas económicas de cerca de un millón de euros cuando se cumplan las primeras 24 horas del cierre del espacio aéreo español provocado por la incomparecencia de sus controladores.

El sindicato de controladores con miedo de hacer declaraciones al estar sometidos a régimen militar
El sindicato de controladores con miedo de hacer declaraciones al estar sometidos a régimen militar

Lisboa.- La principal aerolínea de Portugal, TAP, estima unas pérdidas económicas de cerca de un millón de euros cuando se cumplan las primeras 24 horas del cierre del espacio aéreo español provocado por la incomparecencia de sus controladores.

En unas declaraciones a EFE, portavoces de TAP calcularon estos perjuicios en base a los vuelos cancelados y a la reestructuración de sus rutas, ya que los aviones gastarán "más combustible" para evitar el espacio aéreo de España, explicaron.

Debido a que la mayoría de los vuelos europeos de TAP pasan por España, la compañía tiene como alternativa desviarse al norte o al sur, lo que provoca un aumento de una hora en el tiempo de vuelo.

Estas mismas fuentes señalaron que ya se habían cancelado este sábado nueve vuelos desde Portugal a España y, en caso de que el paro continúe, siete más podrían ser suspendidos.

TAP, que opera con las ciudades españolas de La Coruña, Barcelona, Madrid, Málaga, Sevilla, Pamplona, Alicante, Bilbao y Valencia, recomienda no acudir a los aeropuertos a los pasajeros que viajen a España y pide paciencia al resto por los atrasos acumulados.

La mayor compañía aérea de Portugal, que transportó 8,4 millones de pasajeros durante 2009, dispone de 71 aviones; es la aerolínea líder de vuelos entre Europa y Brasil; y cubre 64 destinos en 30 países.

Los aeropuertos de Lisboa y Oporto, los principales de Portugal, habían cancelado 50 vuelos hasta las 09.00 GMT de hoy debido al cierre del espacio aéreo español.

La inesperada protesta de los controladores de España provocó sorpresa e indignación entre los pasajeros de los aeropuertos de Lisboa y Oporto, donde se formaron grandes aglomeraciones alrededor de las oficinas de las compañías aéreas.

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