La confianza de los inversores, el nuevo gran reto de Ana Patricia Botín

    • Los accionistas de Santander pasan de tener la rentabilidad por dividendo más alto de las empresas del EuroStoxx 50 a ofrecer una retribución del montón.
    • El banco ha avanzado que pretende elevar hasta una horquilla entre el 30% y el 40% el porcentaje del beneficio recurrente que destina a dividendo frente al 20% actual.
El Banco Santander vuelve a cotizar tras la ampliación y baja un 10,41 %
El Banco Santander vuelve a cotizar tras la ampliación y baja un 10,41 %

La ampliación de capital de 7.500 millones de euros ha puesto todos los focos sobre Banco Santander. La operación refuerza el ratio de capital de la entidad, que se situará en el 10% frente a la estimación entre el 8,5% y el 8,6% prevista por la entidad hasta ahora para el cierre de 2014. Por lo tanto, el banco cántabro da un enorme salto en términos de solvencia.Y también de confianza, porque hasta este jueves, era de las pocas grandes entidades bancarias internacionales que no ofrecía al mercado el ratio de capital según la totalidad de los criterios consagrados por Basilea III.

La ampliación de capital va acompañada por un drástico descenso de la retribución a los accionistas. La presidenta Ana Patricia Botín ha dado un giro radical a la estrategia del grupo, que tampoco ha tenido dudas en tocar la fibra más sensible de los accionistas, el dividendo. Otro mensaje al mercado de que el nivel de solvencia del banco está fuera de toda duda de ahora en adelante.

Ahora, Santander pagará cinco céntimos por acción en cada uno de los cuatro pagos (uno de ellos será en la modalidad de scrip dividend) que realizará a cuenta de los resultados de 2015.Un total de 20 céntimos,frente a los 60 pagados el año pasado. Se trata de un gran cambio para los 3,2 millones de accionistas de Banco Santander , que se enfrentan a un gran dilema. Les obliga a elegir entre buscar otras opciones de inversión más atractivas o hacer un acto de fe, porque la entidad ha anunciado que pretende subir la remuneración en efectivo hasta una horquilla entre el 30% y el 40% del beneficio recurrente a partir de 2016 frente al 20% actual.

Para los accionistas, la ampliación de capital y el tijeretazo al dividendo son una mala noticia a corto y medio plazo. La primera supone que los millones de pequeños inversores presentes en el capital de Santander ven como su participación en el banco se diluye en un 10%, que es el porcentaje del capital de la entidad al que equivale la operación.

A esta circunstancia se une el duro castigo que está recibiendo la cotización, que a media sesión pierde alrededor del 10% de su valor y vuelve a los niveles de febrero de 2014. En definitiva, la ampliación de capital daña la rentabilidad de los accionistas, que hasta ahora estaban recibiendo lo que podríamos denominar como un "trato de favor" en lo que a la política de retribución se refiere. Hasta ahora, la rentabilidad por dividendo se situaba en un extraordinario 8% que ahora se reducirá hasta alrededor del 3%.

Dicho de otra forma, los accionistas de Santander pasan de tener el ratio más alto de las empresas del EuroStoxx 50 a ofrecer una retribución sencillamente atractiva, máxime es un escenario de tipos de interés cero en Europa. De ser la empresa más generosa del Ibex pasará al puesto número 24, por debajo de Caixabank o BBVA. Un cambio muy sustancial en una política de dividendos en la que sin embargo hay muchas más novedades.

La siguiente en relevancia es la modalidad. Hasta ahora, Santander repartía cuatro dividendos a cuenta cada año mediante la fórmula del scrip dividend. Es decir, que los accionistas tenían la posibilidad de cobrar el dividendo de la entidad en acciones o en efectivo. Ahora, los accionistas de Santander cobrarán tres dividendos en efectivo y sólo uno en la modalidad de scrip dividend. Una vuelta a la ortodoxia que supone mucho más que la rebaja de la retribución desde los 0,60 hasta los 0,20 euros por acción.

El banco ha avanzado que pretende elevar hasta una horquilla entre el 30% y el 40% el porcentaje del beneficio recurrente que destina a dividendo frente al 20% actual. Pero este aumento se produciría a partir de 2016. Por lo tanto, la hoja de ruta para los accionistas de Santander ha cambiado radicalmente a corto y medio plazo. Sacrifican rentabilidad a cambio de estar en una entidad más solvente y por lo tanto preparada para afrontar adquisiciones.El tijeretazo de los analistas

Mientras, el conjunto de los analistas ha sacado la tijera para poner en valor el peso de la ampliación de capital de 7.500 millones. Son muy pocas las recomendaciones que dan a Santander un precio objetivo superior a los 7 euros por acción.

Exane BNP Paribas sitúa la nueva estimación en 6,2 euros por acción, en línea con los 6,18 euros a los que Santander ha colocado los nuevos títulos entre inversores institucionales. También recortan sus precios objetivos Citigroup y Credit Suisse, el primero desde los 6,7 hasta los 6,5 euros y el segundo desde los 7,1 hasta los 6,6 euros por acción, en cualquier caso siempre por debajo de los 6,99 euros a los que el banco que preside Ana Patricia Botín cerró el pasado ejercicio. También por debajo se sitúan los 6,80 euros fijados por Nmas1, muy lejos de los de los 7,65 del precio objetivo anterior. Y otro peldaño más abajo aún están los 5,80 euros pronosticados por Barclays, que aconseja infraponderar.

Más optimistas con BBVA, una de las entidades que sí ve a Santander por encima de los 7 euros. El gran competidor nacional de Santander ha fijado un precio objetivo de 7,9 euros, muy por encima del consenso aunque también muy lejos de su estimación de 8,8 euros anterior. Es el mismo caso de Oddo, que lo sítúa en 7,6 euros, por debajo de los 8,4 previos. Un banco mediano como Bankinter ha anunciado que revisará a la baja el actual precio objetivo de 8,20 euros.

La rebaja de los precios objetivos –Santander podría seguir sintiendo la presión bajista en los próximos días y muy especialmente el 13 de enero cuando se admitan a negociación las acciones procedentes de la ampliación, que inundarán de papel el mercado- contrasta con la visión más o menos positiva que los analistas tienen de la ampliación de capital. En general, creen que reduce las dudas sobre la solvencia de la entidad, aunque destacan que castiga muy significativamente la rentabilidad de los accionistas.

Los analistas de Bankinter son contundentes al afirmar que "bien merece la pena que la cotización sufra a corto plazo" si a cambio la base de capital sale bien reforzada. Una lectura que parecen compartir otras firmas como Natixis, que siguiendo el camino contrario al de la mayoría ha elevado el precio objetivo desde los 6,30 hasta los 6,60 y ha elevado su recomendación desde vender a neutral.La bolsa, clave

Recuperar la estabilidad de la cotización se convierte ahora en el gran reto de Ana Patricia Botín, que desde su llegada a la presidencia de la entidad en septiembre no ha dejado de tomar decisiones de la máxima relevancia, desde la sustitución del consejero delegado hasta el lanzamiento de la ampliación de capital y la reducción de dividendo.

El banco va a poner todo el énfasis en mantener estable su base de accionistas, especialmente los minoritarios, que se sienten castigados por la nueva política de retribución y que han sido excluidos de la ampliación de capital. Tras el fuerte descenso de este viernes, el valor ya ha entrado en números rojos en bolsa en los últimos doce meses.

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