La subasta eléctrica se cierra con un descenso del 10% del coste de la energía

La subasta del coste de la energía eléctrica se cerró este martes con un descenso del 10% en relación con la subasta Cesur anterior.
Así, en la subasta celebrada hoy se ofertaron simultáneamente, para el primer trimestre de 2012, un producto de carga base a tres meses, por un total de 4.000 MW en cada hora, y un producto de carga punta a tres meses para todas las horas comprendidas entre las 8:00 y las 20:00 horas, de todos los días naturales, excepto sábados y domingos, durante el primer trimestre del año 2012, por un total de 363 MW en cada hora.
Las cantidades de energía fueron adquiridas por las cinco empresas comercializadoras de Ultimo Recurso, según señalaba la resolución del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, por la que se aprueban determinados parámetros de la decimoséptima subasta Cesur.
La subasta se desarrolló, por Internet, mediante el sistema informático de subastas de OMIE. Se utilizó un procedimiento de “subasta de reloj descendente” en el que, partiendo de unos precios iniciales (diferentes en cada producto), se procedió a una reducción progresiva de los mismos en sucesivas rondas hasta llegar al equilibrio entre oferta y demanda en cada producto.
Esta subasta sirve para fijar la tarifa de la luz, que tendrá su próxima revisión trimestral el próximo 1 de enero, si bien el Gobierno el Partido Popular ya han anunciado que han llegado a un acuerdo para congelar el recibo.
El resultado de esta subasta tiene un peso cercano al 50% sobre la Tarifa de Último Recurso (TUR), que es la que afecta a unos 20 millones de consumidores, mientras que el otro 50% corresponde a los costes regulados, conocidos como peajes de acceso y que son fijados por el Ejecutivo.
Con ellos se paga parte del déficit tarifario del Estado con las eléctricas, cuyo déficit anual es superior a los 3.000 millones de euros y una deuda tarifaria acumulada de más de 22.000 millones.
La última subasta se cerró con subidas de entre el 9% y el 13%, pero el Gobierno, para evitar una subida de la tarifa, forzó una congelación del recibo al rebajar un 12% los peajes regulados.