Madrid, 3 abr.- La Unión Europea "verdea" y los espacios de la Red Natura 2000 son ya prioritarios, "y lo serán cada vez más", para acceder a los principales instrumentos financieros de Europa, como los fondos de política regional, los de desarrollo rural, los proyectos Life o las ayudas de la PAC.
Pero además, estar incluido en la Red Natura 2000 puede contribuir a la creación de empleo en sectores como el ecoturismo, facilitar la comercialización de productos locales con un valor añadido, mejorar los servicios ambientales y educativos, y contribuir con todo ello al desarrollo de las economías locales.
Estos argumentos se ponen de manifiesto en el estudio "Situación actual, beneficios y oportunidades que encierran los espacios Red Natura 2000" que ha realizado la Unión de Uniones, una federación que agrupa a doce organizaciones de agricultores y ganaderos.
La elaboración del estudio se enmarca en el proyecto "Agricultura responsable y Red Natura 2000", cofinanciado por la Fundación Biodiversidad dependiente del Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente y por la Unión Europea a través del Fondo Social Europeo.
El objetivo del proyecto es proporcionar a los profesionales agrarios información sobre el correcto desarrollo y gestión de la actividad agraria dentro de los espacios de la Red Natura 2000 para que, además de conservar la biodiversidad, conozcan la oportunidad de mejorar sus explotaciones o los beneficios que reporta estar en la Red.
El informe corrobora que España tiene uno de los patrimonios naturales más ricos de Europa (unos 2.000 espacios incluidos en la Red Natura 2000 que cubren casi el 30 por ciento de la superficie terrestre) y que la agricultura y la ganadería han contribuido durante siglos a la pervivencia de esa biodiversidad.
Señala además que la nueva Política Agraria Común de la UE plantea un "verdeo" y vincula a objetivos ambientales una parte sustancial de las ayudas directas, y que la Red Natura va a ser la referencia "indiscutible" por sus valores medioambientales y por el gran potencial que tiene de generar economía y empleo.
El estudio incide en que los fondos que se destinan a la preservación tienen retornos "muy grandes" a la sociedad; "no hablamos de gastar, hablamos de invertir para obtener beneficios que nos favorezcan a todos", asevera.
Entre las debilidades de la Red, los autores del estudio apuntan que la crisis económica ha propiciado una falta de inversión en la gestión de los espacios que la integran, el envejecimiento de la población rural o la escasa fijación del trabajador al medio rural, ya que prefiere vivir en grandes poblaciones para tener asegurados los servicios públicos (colegios, transporte, residencias o ambulatorios).
Cita también el documento el diferente atractivo turístico entre unos espacios y otros, y compara en valor paisajístico y el "tirón" de algunos lugares -sobre todo los Parques Nacionales- con el de otros espacios de la Red, como las zonas esteparias de secano, que tienen también importantes valores naturales pero que no despiertan el interés de la sociedad.
Entre las amenazas para los hábitat y las especies que se quieren proteger con la Red Natura 2000, el estudio cita el alto riesgo de incendios, el sobrepastoreo, el abandono de actividades tradicionales, la aplicación de productos fitosanitarios y sustancias de alta toxicidad y la expansión urbanística y de infraestructuras.
Al analizar las fortalezas, los autores han señalado que se trata de un sector económico con posibilidad de crecimiento y de incorporar a nuevos agricultores y ganaderos que cubran el vacío dejado durante las últimas décadas, de un sector esencial para garantizar la conservación de la biodiversidad, o el aumento de las producciones ecológicas para satisfacer la creciente demanda de las sociedades desarrolladas de productos de calidad y respetuosos con el medio ambiente.
Y entre las oportunidades, el estudio destaca que los cambios en la política agraria comunitaria van a primar la agricultura sostenible y respetuosa con el medio ambiente, la promoción de un turismo de "baja carga", la proliferación de grandes aves que son un atractivo turístico en muchas zonas que ahora carecen de ese interés, o la creciente demanda de productos ligados a la "artesanía alimentaria".
El estudio incide en la Red Natura 2000 no se prohíbe "a priori" nada, y también en la necesidad de que los residentes en los espacios de la Red Natura se sientan orgullosos de las zonas en las que viven y beneficiados, no perjudicados, por ello.
Incide para ello en que se debe promover la valoración del medio ambiente en términos monetarios y en que la conservación de la biodiversidad requiere un esfuerzo de todas las partes y sobre todo que se destinen los fondos suficientes, y en ese sentido lamenta que la crisis económica se haya utilizado como una "excusa" para no destinar a la Red Natura los fondos necesarios.
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