Madrid. El 16,83% de los pensionistas no compraron los medicamentos prescritos por el copago


El 16,83% de los pensionistas madrileños no retiraron de las farmacias algunos de los medicamentos prescritos debido al establecimiento del copago, según los datos del informe elaborado por la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública en Madrid, presentado este lunes.
Los datos que recoge el informe se han obtenido a través de encuestas realizadas en diferentes centros de salud de la Comunidad de Madrid.
Los médicos de estos centros fueron los encargados de realizar las encuestas a un total de 992 pensionistas (edad media de 74,81 años) que acudieron entre noviembre y diciembre de 2012 a consultas con carácter ‘no urgente’. Por lo tanto, los datos se recogieron antes de la instauración de la tasa del euro por receta.
Los datos del informe desvelan que el 16,83% de los pensionistas no retiraron de las farmacias algunos de los medicamentos prescritos a partir del establecimiento del copago y manifiestan que esa no retirada de medicamentos es significativamente superior en las rentas más bajas ya que el 27,29% de los pensionistas encuestados, que tenían una renta inferior a 400 euros mensuales, no retiraron de la farmacia medicamentos prescritos.
Asimismo, los datos presentados por Defensa de la Sanidad Pública en Madrid muestran que el establecimiento del copago sobre los pensionistas ha disminuido en 11.18 euros su renta disponible mensual.
La asociación también destacó que de las 596 personas (60,08%) que consumían alguno o varios de los medicamentos excluidos de la financiación pública, 248 (41,61% de los que consumían) siguieron haciéndolo con un coste medio mensual de 7.06 euros, “a los que habría que sumar el copago farmacéutico”, indicó Defensa de la Sanidad Pública.
Además, con los datos recogidos se detectó que de las 167 personas que dejaron de utilizar un medicamento prescrito, un total de 20 siguieron consumiendo medicamentos excluidos de la financiación. “Un gran grueso de pensionistas optaron por consumir medicamentos para síntomas menores abandonando otros medicamentos con mayor utilidad terapéutica”, indicó la asociación.
Asimismo, declaró que “la suspensión de estos tratamientos prescritos produce un empeoramiento de las enfermedades de base, una descompensación de las mismas e incluso un aumento en la mortalidad”.
Por todo esto, Defensa de la Sanidad Pública manifestó que “el objetivo del copago es fundamentalmente recaudatorio y además, tiene un mayor efecto disuasorio en las personas con menor renta, a costa de su salud”.

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