"Si dos consejeros de Hacienda nos reunimos y no hablamos de financiación es que uno de los dos está muerto". El consejero de Economía y Hacienda de la Comunidad de Madrid, Enrique Ossorio, trató de disimularlo con una inusual muestra de humor negro, pero lo cierto es que la Comunidad de Madrid y Cataluña ya han comenzado a hablar del futuro modelo de financiación autonómica, en el que tienen intereses comunes.
Incentivos les sobran para intentar gobernar el proceso. Tanto Madrid como Cataluña sienten que el actual modelo de financiación les perjudica, ambas entienden que ingresarían más de 1.000 millones anuales más con un sistema más equilibrado y ambas se alínean en el mismo grupo de interés: el de las comunidades ricas que tienen que ceder parte de sus recursos a las menos desarrolladas.
Sus intereses, por tanto, son comunes y su peso político, muy relevante. Un acuerdo entre ambas en las líneas maestras del futuro sistema de financiación condicionaría inevitablemente el proceso de negociación.
Por estos motivos, cobra especial relevancia que el consejero madrileño haya confirmado el encuentro que mantuvo con su homólogo catalán, Andreu Mas Colell, hace un par de semanas.
Por estos motivos es particularmente indicativo que Ossorio haya indicado que en la reunión pusieron en común sus opiniones sobre el sistema financiación.
Por estos motivos, al cabo, es tan relevante que admitan que están trabajando de forma bilateral en ello.
Puesto a dar explicaciones, Ossorio subrayó que Madrid y Cataluña son dos comunidades con un perfil económico "muy parecido", en lo que respecta a las magnitudes presupuestarias.
En cualquier caso, el consejero ha señalado que "las conversaciones con otras comunidades, con otros consejeros, son permanentes".
Madrid y Cataluña, ¿perjudicadas?
Sin duda son las que más ruído hacen, pero ¿realmente son Madrid y Cataluña las comunidades autónomas más perjudicadas por el sistema de financiación autonómica?
Los datos no parecen apuntar en esa dirección. Un informe del Instituto de Economía de Barcelona afirmaba, por el contrario, que el modelo de financiación aprobado en 2009 situaba a la Comunidad de Madrid y a la de Cataluña por encima de la media en términos de financiación per cápita, cuando siempre habían estado por debajo.
El problema parece estar en los mecanismos de nivelación, aquellos que tratan de reorientar recursos desde las comunidades más ricas hacia las más necesitadas para cumplir con el fin redistributivo que la Constitución reconoce a la política fiscal.
Ahí el Instituto sí apreciaba un importante desequilibrio que hacía, por ejemplo, que Cataluña pase de ser la tercera comunidad autónoma de España por capacidad fiscal a la octava en recepción de recursos.
Éste es uno de los argumentos que utilizan los nacionalistas catalanes para denunciar el expolio fiscal de Cataluña.
El Ministerio de Hacienda tiene la intención de afrontar la reforma del sistema de financiación autonómica en esta legislatura.
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