Oresharski, el economista que quiere reactivar Bulgaria eliminando impuestos

  • Plamen Oresharski, elegido hoy por el Parlamento nuevo primer ministro de Bulgaria, es un economista independiente que ha llegado al poder con un programa del Partido Socialista que plantea eliminar los impuestos sobre quienes menos ganan para aliviar la carestía.

Sofía, 29 may.- Plamen Oresharski, elegido hoy por el Parlamento nuevo primer ministro de Bulgaria, es un economista independiente que ha llegado al poder con un programa del Partido Socialista que plantea eliminar los impuestos sobre quienes menos ganan para aliviar la carestía.

Oresharski, profesor universitario de 53 años de edad, se presenta como un político que combina experiencia, ya que ha tenido responsabilidades con anteriores ejecutivos, incluido uno conservador, con estar libre de ataduras partidistas.

Tras las revueltas contra la pobreza que forzaron la dimisión del anterior ejecutivo conservador, el Partido Socialista presentó a Oresharski al frente de un programa económico que pretende crear empleo, eliminar los impuestos a los más desfavorecidos y atraer inversiones.

El plan pretende crear 250.000 empleos con distintos programas de incentivos, aumentar las pensiones -congeladas desde 2009- conforme a la inflación y eximir del pago de impuestos a quien gane menos del salario mínimo de 155 euros.

Además, Oresharski se ha comprometido a mantener los precios de la electricidad y mejorar la transparencia en el sector de la energía, tras los aumentos de precios de finales de 2012, que fueron el detonante de las protestas de principios de año.

Su prestigio como economista es tal que los socialistas lo presentaron en las elecciones anticipadas del pasado 12 de mayo como el "Mario Monti búlgaro", en alusión al ex primer ministro italiano que aplicó una agenda reformista entre 2011 y febrero de 2013.

El nuevo primer ministro búlgaro plantea mantener el impuesto de sociedades muy bajo, en el 10 por ciento, para atraer así a los inversores extranjeros.

Esta tasa, junto al impuesto único sobre la renta, también del 10 por ciento, fue introducida por él mismo en 2007, cuando estuvo al frente del Ministerio de Finanzas.

También acudió a las elecciones prometiendo que quienes ganasen menos del salario mínimo de 155 euros no pagarían impuestos, -una medida que afectaría a un millón de personas en un país de siete millones- mientras que quienes tengan un salario de más de 2.225 euros doblarían su contribución al fisco hasta el 20 por ciento.

Estas medidas ayudarían a aliviar la carestía en el más pobre de los socios de la Unión Europea, donde el 49 por ciento de la población está en riesgo de caer bajo el umbral de la pobreza, según Eurostat.

La clase política búlgara considera al nuevo primer ministro como una persona de diálogo y consenso, respetuosa con la ideología de sus rivales.

Antes de ser ministro, Oresharski fue entre los años 1997 y 2001 jefe de departamento del Ministerio Finanzas durante un gobierno conservador, responsable de elaborar reglas para el manejo de la deuda externa del país.

Fue además uno de los arquitectos de la llamada "Junta Monetaria", encargada de mantener una cotización fija entre el euro y la moneda nacional búlgara, el lev, de cerca de dos unidades por euro.

Entre 2005 y 2009 fue ministro de Finanzas en un gobierno dirigido por los socialistas, unos años de esperanza por la entrada del país en la Unión Europea en 2007.

La población confiaba en que la entrada en el bloque comunitario ayudaría a mejorar el nivel de vida, una esperanza que no se ha visto satisfecha.

Casado y con un hijo, Oresharski también fue uno de los responsables de la reforma del sistema fiscal de Bulgaria tras la caída del comunismo en 1989, por lo que fue incluso distinguido en el año 2008 por el Banco Mundial.

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