Una empresa de Palencia, pionera en España en embotellar agua del Cantábrico

  • Palencia.- El grupo empresarial Lactoduero, situado en la localidad palentina de Saldaña, será la primera empresa española que embotelle agua del mar Cantábrico, para destinarlo a todo tipo de usos alimentarios, principalmente para cocer pescados y mariscos.

Una empresa de Palencia, pionera en España en embotellar agua del Cantábrico
Una empresa de Palencia, pionera en España en embotellar agua del Cantábrico

Palencia.- El grupo empresarial Lactoduero, situado en la localidad palentina de Saldaña, será la primera empresa española que embotelle agua del mar Cantábrico, para destinarlo a todo tipo de usos alimentarios, principalmente para cocer pescados y mariscos.

Lactoduero, una empresa que se dedica desde 2004 a la compraventa de la leche de ganaderos de la comarca de Saldaña, ha decidido ampliar y diversificar sus actividades con esta iniciativa, pionera en el ámbito nacional y que solo rivaliza con una empresa escocesa en todo el mundo.

El negocio consiste en captar el agua salada del mar Cantábrico, transportarla en camiones cisterna hasta Palencia y tratarla en la planta que Lactoduero está construyendo en Barrios de la Vega, a siete kilómetros de Saldaña.

Esta planta abrirá sus puertas en tres meses, ha explicado a Efe el gerente de Lactoduero, Rafael de las Heras.

De esta fábrica saldrá "agua pura de mar" con todas las garantías de trazabilidad, filtrado, bacteriología y permisos sanitarios, y lo hará en botellas azules de un litro y medio y garrafas de cinco litros, con la marca "Agua de mar".

Está claro que no se usará para beber, porque evidentemente es agua salada y daría más sed, pero sí tendrá un uso alimentario.

Se destinará principalmente a cocer mariscos y pescados, y también para potenciar el sabor de paellas, calderetas, sopas y cualquier plato que pueda enriquecerse con los minerales, nutrientes y el sabor del agua del mar.

El objetivo principal es ampliar el negocio de Lactoduero, crear puestos de trabajo en la comarca y "compensar las horas bajas de la ganadería", ha manifestado Rafael de las Heras.

Pero también quieren demostrar que cualquier iniciativa es posible "por descabellada que parezca", y contagiar de empuje a los emprendedores de las zonas rurales, ha apuntado el empresario.

"Hasta aquí nadie ha inventado nada", ha asegurado, porque desde siempre en las zonas costeras se ha usado el agua de mar para cocer mariscos y pescados, pero "la innovación está en embotellarla y comercializarla".

"Algo que hasta ahora no se le había ocurrido a nadie, a pesar de las infinitas y conocidas bondades del agua del mar", ha puntualizado.

Así, gracias a la iniciativa de Lactoduero, el agua salada del mar podrá llegar a cualquier punto de interior y se podrá adquirir en las superficies comerciales a precios "populares" y en gran formato, ya que hasta ahora solo se comercializan envases pequeños para lavados nasales.

Pero antes de invertir un millón de euros en este sueño, Lactoduero hizo los pertinentes estudios de mercado, con los que comprobaron que la demanda existe, que los clientes potenciales son muchos y sobre todo que el interés de los distribuidores y jefes de ventas de las grandes superficies es enorme.

Además, Lactoduero cuenta con la capacidad técnica para facilitar el suministro regular de agua desde el mar Cantábrico hasta Saldaña, su envasado, almacenaje y distribución, en la que se seguirán los mismos canales que utilizan los distribuidores lácteos, con los que se ha llegado a acuerdos de colaboración, ha explicado de Las Heras.

El agua se captará en varios puntos del Cantábrico, todos a cinco kilómetros de la costa, y se transportará en camiones cisterna hasta la embotelladora, construida aprovechado la estructura de unas naves ganaderas en desuso.

En las instalaciones, equipadas con la más moderna maquinaria, se filtrará y tratará el agua para limpiarla de algas, arena y cualquier elemento que no sea apto para el consumo humano, de forma que el líquido resultante conserve toda su pureza, todos los minerales, sodio, potasio, calcio, magnesio y cobre, y todas sus propiedades.

En una primera fase Lactoduero prevé producir 1.800 botellas y garrafas cada hora y crear cinco empleos fijos y hasta veinte indirectos.

Y aunque el destino de las botellas serán los supermercados, eso sí, más cerca de pescaderías que de la sección de aguas minerales y bebidas, y la restauración, Rafael de las Heras recuerda las muchas potencialidades del agua de mar, que desde siempre se usado para infinitos usos relacionados con la salud.

Porque el agua de mar es el mayor disolvente natural que existe en la tierra, es antibiótico y hasta bactericida, y además sabe distinguir entre las bacterias buenas y las malas y solo elimina las nocivas.

También es rica en minerales y desde hace siglos se recomienda en dolencias de todo tipo: sinusitis, faringitis, gingivitis, problemas de piel como la psoriasis, quemaduras o picaduras, artritis, sequedad nasal y hasta para la diarrea y los problemas de próstata.

Sin olvidar que también hay gente que la usa en tratamientos de belleza, para aclarar el color del pelo o para conseguir pieles más suaves, por ejemplo.

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