¿Exceso de rebajas? Los descuentos todo el año acaban por hastiar al consumidor

  • La liberalización del consumo y los nuevos hábitos han promovido que tengamos rebajas todo el año, lo que puede ser contraproducente.
Fotografía rebajas con más foco
Fotografía rebajas con más foco
EFE

Llevamos solo un par de semanas con ellas -solo unos días si nos atenemos al calendario 'oficial'-, pero tenemos la sensación de que las rebajas llevan ya mucho tiempo con nosotros. Los descuentos se han convertido en algo habitual en las tiendas y comercios de todo tipo, sobre todo en las comunidades autónomas en las que la liberalización del sector es total, como Madrid

Así, a pesar de que se mantienen los dos periodos principales de rebajas -invierno y verano-, durante todo el año se suceden diferentes promociones y descuentos unos tras otros. Las 'mid season sale' -rebajas de mitad de temporada-, el Black Friday -que dura ya más de una semana-, promociones especiales ante fechas señaladas -Día del Padre o la Madre, San Valentín...-, semanas con descuentos para cierto tipo de productos, jornadas sin IVA... Todo ello tiene un principal fin, atraer a los consumidores en un momento de elevada competencia -por la aparición de los operadores online con políticas de precios agresivas- y animar las ventas.

Así, por ejemplo, solo en estos días tendremos las rebajas de verano que están disponibles en casi todas las tiendas y marcas -incluso en algunas de lujo como Dolce&Gabbana o Valentino- y jornadas de precios especiales, como el Prime Day de Amazon, que se celebra el 16 de julio durante 36 horas para los clientes Prime en todo el mundo. Es decir, que el que no compre con descuento será porque no quiera. Pero... ¿pude haber alguien que no quiera?

Aunque según el Gobierno y la Comisión Europea, el consumo crecerá en España en 2018 un 2% y un 2,3%, respectivamente, los datos del sector textil no se corresponden con esas estimaciones. En lo que va de año el consumo en este sector se ha contraído un 4,4%, acentuándose en la primavera, que se ha caracterizado por un tiempo demasiado invernal. Por ello, los comercios y tiendas han redoblado su política de rebajas adelantándose algunos más de dos semanas a la fecha tradicional del inicio de la campaña de verano con el objetivo de salvar la colección de primavera/verano. Si bien puede que estos descuentos puedan ser contraproducentes, a tenor de los datos anteriormente expuestos.

Descuentos y rebajas todo el año

La liberalización del comercio llegó en el año 2012, en plena crisis económica, cuando el PIB en España caía un 1,4% sobre todo por la débil demanda interna. En ese momento, los comercios lo tenían complicado para sobrevivir y muchos tuvieron que acabar echando el cierre, de ahí que esta nueva legislación supusiera un balón de oxígeno para muchos, ya que a partir de entonces podían poner descuentos cuando les conveniese y dar así salida a las existencias.

Además, en esta época se produjo la irrupción del comercio electrónico en España, dando la opción a los consumidores de no tener que desplazarse para hacer sus compras y de beneficiarse de promociones y precios más bajos. Una mezcla explosiva que ha acabado haciendo de las rebajas el terreno habitual del nuevo consumo. Los usuarios se han acostumbrado a comprar con descuento continuamente y los comercios idean nuevas alternativas para tener siempre disponible algún tipo de oferta especial, sea cuando sea. 

Si bien este 'boom' de los descuentos podría acabar pasando factura al consumo y a las propias empresas. Según el presidente de Acotex, la patronal textil, Eduardo Zamacola, el contexto de rebajas actual no es sostenible para los 'players' de este sector, "pues cada vez operan con menos márgenes, lo que puede poner en juego su supervivencia a medio plazo". De hecho, Zamacola asegura que esto supone un "problema grande" para esta industria al que están intentando encontrar soluciones.

Una de las que ya han propuesto, como contó este medio, es trasladar las rebajas de invierno a marzo y las de verano a septiembre, "pues no tiene sentido lanzarlas cuando la gente necesita esa ropa, en julio y enero, pues ahí sí están dispuestos a pagar más por ella, en septiembre ya no es tan necesaria y se puede rebajar". Pero no solo eso, Acotex propone volver a una época de rebajas "oficiosa" -que no oficial porque la liberalización ha acabado con ella- para que los operadores respeten unas fechas y haya un cierto orden en el sector en lo referente a descuentos.

Porque, en su opinión, si todo sigue así, muchos comercios están destinados a desaparecer, "pues están siguiendo las políticas agresivas de operadores que trabajan de esta forma y con mayores márgenes, lo que podría condenarles". Además, Zamacola también avisa de que con descuentos constantes las marcas se desvirtúan y pierden valor, que al final son sus principales activos.

"El consumidor se siente desprotegido"

Además del peligro para las empresas y comercios, las rebajas también pueden acabar siendo un arma de doble filo para el consumidor. Lo que, en principio, debería beneficiarle, puede acabar siendo algo que rechace y con lo que se sienta desprotegido. Así lo definen a este medio desde Facua Consumidores en Acción, desde donde recuerdan que toda política comercial agresiva puede tener un efecto negativo en el consumidor

De este modo, si recibe un aluvión de ofertas y promociones constántemente, puede verse sobrepasado y rechazarlas de plano, incluso sin mirarlas, ya que puede percibir un interés excesivo en el comercio en incentivar el consumo a cualquier precio. "Cuanto más agresiva es la política comercial, más desprotegido se encuentra el consumidor" asegura Miguel Ángel Serrano, portavoz de la asociación. Por ello, en épocas de rebajas y ante la inundación de ofertas, Facua aconseja planificar bien la compra con antelación para valorar si realmente es necesaria y no supone tirar el dinero.

Igualmente, recomienda hacer una búsqueda del producto o servicio que se quiera adquirir en las tiendas o portales donde pueda venderse para encontrar el mejor precio y, a la vez, evitar ser víctima de un fraude de rebajas. "Muchos comerciantes aprovechan los días anteriores a las rebajas para subir precios, lo que supone que el descuento que luego marca la etiqueta no es veraz", denuncia Serrano, quien pide a los consumidores que tengan mucho cuidado y tengan siempre en mente que rebajas no significa menos derechos para ellos.

Por último, Facua pone el acento en lo mismo que la patronal textil: el consumo desenfrenado puede acabar perjudicando al propio consumo. "Desde la asociación velamos por el consumo responsable y meditado que cubra las necesidades reales del consumidor. Todo lo que no sea eso es perjudicial para el consumidor, el consumo y el conjunto de la sociedad", asegura. 

Por lo pronto, las rebajas de verano se dilatarán hasta el 30 de septiembre en algunas comunidades, conviviendo así con la colección de otoño, cuyos descuentos comenzarán antes del invierno para no pisar a la nueva colección de fiesta que aterriza para Navidad. E inmediatamente después, las rebajas de enero. Un bucle de descuentos que deja exhaustos a los comercios y a los consumidores y que puede acabar pasando factura al consumo general de España.

Mostrar comentarios