Una sucesión "ejemplar"

Typeform: de 0 a 60 millones de ventas al dar vida a tediosas encuestas online

La startup con sede en Barcelona plantea pisar el acelerador en Estados Unidos después de haber alcanzado los 120.000 clientes de pago en su plataforma para formularios y entrevistas en internet.

Joaquim Lecha, CEO de Typeform, junto a los dos cofundadores.
Joaquim Lecha, CEO de Typeform, junto a los dos cofundadores.
L.I.

Cuando hace casi una década se les encendió la bombilla a los diseñadores Robert Muñoz y David Okuniev, había muy pocos emprendedores que hubieran intentado antes dotar de vida a las aburridas encuestas online. Con algo más de medio millón de euros en el banco de dos fondos de capital riesgo internacionales tiraron las primeras líneas de código para construir la versión 1 de Typeform, una plataforma para gestionar esas interacciones con clientes o usuarios, después de varios trimestres experimentando en las horas libres de sus trabajos en sendas agencias de diseño. Su obsesión: incrementar la tasa de los que decidían contestar a estos formularios.

El primer año completo con ingresos fue 2014: algo más de 300.000 euros. Era sólo el comienzo. Hoy la startup con sede en Barcelona cuenta con ventas anualizadas que superan los 60 millones de euros, procedentes de las suscripciones pagadas por 120.000 clientes de pago, desde grandes empresas cotizadas de todo el mundo hasta autónomos. Estos números la convierten en una de las grandes empresas de 'software as a service' (SaaS) de España. Y ahora, además de los formularios con los que arrancaron en sus inicios, han creado una herramienta para crear un chatbot y una plataforma para completar encuestas a través de vídeo: "Queremos ser ese abanico de herramientas para las empresas en las interacciones online que tengan".

Transición en la cúpula

Quien habla no es Robert ni David. Es Joaquim Lecha, quien fuera la 'mano derecha' de los dos cofundadores de Social Point, el desarrollador de videojuegos catalán vendido al gigante Take Two por 250 millones. Él llegó a Typeform en el año 2018, después de que los dos fundadores tomaran la decisión de dar un paso a un lado para ceder el liderazgo en la gestión. David dejó el día a día como co-CEO y se convirtió en el responsable de innovación, ideando la plataforma de vídeo y construyendo nuevos productos que se presentarán próximamente. Robert, que hizo de ‘cicerone’ a Lecha, pidió salir para dedicarse a elaborar documentales sobre educación de niños. “Ha sido una transición muy buena; fue clave que ellos son muy valientes y humildes y tomaron la decisión de forma muy pensada… me apoyaron en todo momento y eso es crítico”, asegura Lecha a La Información. Los dos siguen en el consejo y tienen una participación relevante en el accionariado.

Antes de su salida, los fundadores construyeron las bases. Habían levantado más de 50 millones de dólares en cuatro grandes rondas, atrayendo a ‘megafondos’ internacionales como General Atlantic e Index Ventures. Construyeron un negocio que en 2018 alcanzó alcanzó los 16 millones de ingresos, con una plantilla de más de 170 personas. Pero había que preparar la maquinaria para crecer y hacerlo mucho más escalable. Se hizo un trabajo de reingeniería que concluyó a principios de 2019. Un trabajo para, por un lado, reforzar la plataforma y la ingeniería de servidores. Por otro, para incrementar la seguridad en la gestión de los datos personales de los usuarios, después de la brecha sufrida en 2018 tras un ciberataque que afectó a centenares de empresas en todo el mundo.

Además de la introducción de los nuevos productos más allá del formulario, el objetivo era apretar el acelerador con una plataforma mucho más robusta. Hoy, según las cifras facilitadas por Lecha, suman una plantilla de más de 380 empleados y cuenta con una tasa anual de ingresos (lo que se conoce en el argot del sector como ‘ARR’) de 60 millones. La media de crecimiento de los dos últimos años es del 50% anual. Este comportamiento se ha mantenido relativamente estable la tasa de conversión de pago. En total entre un 3% y un 4% de los usuarios que utilizan la plataforma acaban pagando la suscripción. En total cuenta con más de 8 millones de usuarios registrados. Y todo ello ante una creciente competencia, tanto de startups como de ‘incumbentes' . Survey Monkey es una de ellas. Salió a bolsa, precisamente, en aquel 2018. Hoy su capitalización es de 3.000 millones de dólares, con unos ingresos anuales en 2020 de 375 millones (valoración de siete veces las ventas).

La influencia de la Covid

En este crecimiento de Typeform también ha tenido una influencia importante la aceleración en la digitalización por la Covid-19. “Más del 60% de las interacciones entre empresas y gente son online”, asegura Lecha. Este porcentaje ha crecido precisamente con la pandemia. Y es en ese terreno de juego en el que la startup española quiere ganarse un sitio como punto de encuentro. Y para llegar a más empresas han acudido a integraciones importantes con gigantes del ‘software’ como Salesforce, Hubspot o Mailchimp. En total han firmado más de 60 integraciones con las que buscan incrementar de manera importante su alcance. Esta evolución también se ha visto en los usos de la plataforma.

En un primer momento, la utilización por los equipos de marketing fue determinante, con encuestas para determinar la satisfacción de los clientes. Progresivamente también fue utilizada por responsables de producto para recibir las opiniones sobre como ha sido la experiencia respecto al servicio. Pero también ha evolucionado hacia otros usos como el del reclutamiento de personal a distancia, con una primera criba de potenciales empleados. También ha habido cambios en los que pagan por la plataforma. Typeform nació como solución para pymes, porque lógicamente son los que pueblan los ecosistemas empresariales de los países. Pero con el tiempo fueron atrayendo a grandes corporaciones. “El tamaño medio ha ido creciendo; hace tres años era más habitual tener a micropymes y ahora siguen siendo pymes pero de entre 50 y 250 empleados”, asegura Lecha.

Estados Unidos es la meca para este tipo de negocios. Y ya en la primera etapa, con los fundadores al frente de la gestión, se abrió una primera oficina en San Francisco con 7 personas. Hoy cuenta con 55 trabajadores en el país e incorporarán a más ejecutivos que impulsen las ventas. A finales del año que viene esperan alcanzar los 150 empleados, una cuarta parte de la totalidad de la plantilla. “No sólo es el mercado más importante, sino donde vemos las mayores posibilidades de crecimiento en términos absolutos”, apunta el CEO. Este país representa la mitad de toda la facturación. Para seguir la pelea allí, con costes más altos, necesitarán mantener e incrementar la inversión.

Sin necesidad inmediata de dinero

Hasta la fecha han levantado algo más de 50 millones de dólares. La última ronda importante, que abrió la puerta del accionariado a General Atlantic, fue en 2017, con 35 millones de dólares. “Hoy tenemos en caja más de lo que levantamos ese año”, apunta Lecha. La compañía tiene flujo de caja positivo, aunque ese no es el objetivo, sino el crecimiento. El objetivo es acelerarlo con inversiones potentes en marca en grandes economías como Estados Unidos o con la adquisición de otras startups. “No tenemos una urgencia y tenemos caja suficiente en el banco, pero no estamos para nada cerrados”, explica.

Pese a que han recibido acercamientos para comprar, como muchas compañías de su tamaño, su objetivo es seguir siendo independiente. “No es especialmente necesario formar parte de una entidad mayor, donde las decisiones luego están más subordinadas al conjunto de la estrategia”, apunta Lecha. El objetivo es estar cerca de los 500 millones de euros de ingresos anualizados dentro de cinco años, manteniendo crecimientos de algo más del 55% cada ejercicio. Para ello la plantilla debería crecer hasta las 1.500 personas. Aunque son grandes números para una startup española, el mercado potencial es de muchas decenas de miles de millones de euros. Y ellos quieren comerse una parte de ese pastel.

Mostrar comentarios