¿Una selección sin Cruzcampo? Heineken deja en el aire el contrato de la Federación

  • El gigante de la cerveza se plantea continuar con el contrato de la Federación Española de Fútbol tras la polémica con Luis Rubiales en el Mundial.
Heineken vende su negocio de empaque en México a Crown por 1.225 millones
Heineken vende su negocio de empaque en México a Crown por 1.225 millones

Un contrato mantenido en los últimos 10 años que ha visto ganar dos Eurocopas y un Mundial de Fútbol y que puede quedar en el aire tras la, aún en marcha, competición en Rusia. El grupo holandés Heineken está planteándose continuar con el actual patrocinio que mantiene con la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). 

"El contrato vence ahora, veremos qué hacemos", ha reconocido en un encuentro con medios de comunicación el director de Relaciones Corporativas y Legal de Heineken en España, Marcos Tarancón. "Nos preocupa lo que ha pasado en la Federación, con lo que dijo el presidente respecto a los patrocinadores", ha recalcado. 

Se trata del viaje de patrocinadores (y sus invitados) para los partidos de la Selección Española en la primera fase del Mundial. Un viaje, de seis días de duración, puesto en cuestión por el, entonces, recién estrenado presidente de la Federación, Luis Rubiales, y que Heineken acabó anulando. "El viaje está incluido en el contrato que pagamos los patrocinadores", ha añadido Tarancón. El coste de este viaje estaba estimado en dos millones de euros.

¿Cuanto suponía ese contrato? La RFEF no desglosa cuánto aporta cada uno de sus patrocinadores (además de Cruzcampo, tiene en nómina a Pelayo, Telefónica o Iberdrola, entre otros), ni ha desvelado aún sus cuentas de 2017. En las del año anterior, el 2016 en el que España perdió con Italia en octavos de final, percibió más de 33,1 millones de euros vía acuerdos de patrocinio. De ellos, sí matiza que 18 millones de euros correspondieron exclusivamente a Adidas.

Pinchazo en ventas por la lluvia

En cuanto al negocio en sí, el inicio de 2018 ha sido difícil para la compañía dueña de Amstel y Desperados debido a los atípicos meses primaverales de lluvia. "Han sido meses complicados. Dudo que podamos cerrar el 'gap' y crecer en volumen", ha recocido Marcos Tarancón en referencia a lograr crecer respecto a los datos de 2017. "Pero no es el consumidor, es el clima", ha matizado respecto a la situación del mercado y a la confianza en que el verano permita relanzar las ventas. 

Heineken ve difícil igualar las cifras de un 2017. Un año que el grupo holandés cerró con 1.145 millones de euros en ingresos y un incremento de ventas en volumen del 2,9%. "El segmento premium crece un 7%", se ha felicitado el directivo de Heineken. En cuanto a las marcas que mejor han funcionado al grupo, Tarancón ha destacado la evolución de Desperados y de Radler de la que, actualmente, se comercializan 350.000 hectolitros.

La cervecera también ha criticado la creciente presión de precios por parte de los distribuidores y que, incluso, algunos supermercados han aumentado la presión con una estrategia de venta a pérdida. Heineken asume que no actúa contra estas prácticas cuando se trata de algo puntual, o que dura una semana. En cambio, actúa cuando durante dos meses se lleva a cabo esa estrategia de vender por debajo del precio al que compran a los fabricantes. 

En cuanto a su último lanzamiento, Ladrón de Manzanas, Heineken está satisfecho con la evolución de un producto, que ya distribuye en toda España. Asume, como efecto positivo de creación de la categoría, que Mercadona lo haya incluido entre su gana de productos de marca propia. Tarancón también ha reconocido la presión por estar en el grupo de distribución valenciano, porque tiene una cuota de mercado del 30% en alimentación, a pesar de que este premie sus marcas propias por encima de los de los fabricantes y, señala, en ocasiones también lance productos similares.  

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