LA PENA DE MUERTE CAE UN 37% EN TODO EL MUNDO, SEGÚN AMNISTÍA INTERNACIONAL

- Estados Unidos ejecutó la cifra más baja de personas desde 1991. Un total de 1.032 personas fueron ejecutadas el año pasado en todo el mundo, lo que supone un descenso del 37% respecto a 2015 exceptuando China, cuyo uso de la pena de muerte sigue siendo un secreto de Estado, según el informe ‘Condenas a muerte y ejecuciones 2016’, elaborado por Amnistía Internacional (AI) y hecho público este martes.
En otra investigación publicada también hoy, AI denuncia que las autoridades chinas aplican “un sistema complicado y opaco para ocultar la escandalosa magnitud de las ejecuciones en el país, pese a las reiteradas afirmaciones de que avanza hacia la transparencia judicial”, por lo que las emplaza a reconocer el nivel “grotesco” del uso que hace de la pena capital.
Amnistía indica que 23 países (dos menos que en 2015) aplicaron el año pasado la pena de muerte a 1.032 personas, si bien precisa que China, que es “el mayor verdugo”, ejecutó a más personas que todos los demás países del mundo en conjunto, mientras que Estados Unidos registró un mínimo histórico.
Los países que aplicaron la pena capital en 2016, según AI, son Irán (al menos 567); Arabia Saudí (al menos 154); Iraq (al menos 88); Pakistán (al menos 87); Egipto (al menos 44); Estados Unidos (20); Somalia (14); Bangladesh (10); Malasia (9); Afganistán (6); Bielorrusia (al menos 4); Indonesia y Singapur (4); Japón, Nigeria y Palestina (3); Sudán (2), y Botsuana y Taiwán (1). Además, Amnistía cree que también lo hicieron China, Corea del Norte, Sudán del Sur y Vietnam, pero no dispone de datos.
La caída del 37% en el número global de ejecuciones está motivada en gran medida por las reducciones registradas en Irán (un 42% menos) y Pakistán (-73%). En África subsahariana se registró también un descenso, pero el número de condenas a muerte se duplicó con creces por el fuerte incremento en Nigeria. En Oriente Medio y el norte de África, la cifra de ejecuciones disminuyó un 28%, pero Irán y Arabia Saudí continuaron en el grupo de países con los datos más altos. Dos países abolieron el año pasado la pena de muerte para todos los delitos (Benín y Nauru) y Guinea la erradicó sólo para delitos comunes.
ESTADOS UNIDOS
Por otro lado, Estados Unidos no figura entre los cinco países con más ejecuciones del mundo por primera vez desde 2006, ya que los 20 casos contabilizados suponen el mínimo desde 1991, la mitad que en 1996 y casi cinco veces menos que en 1999.
Además, la cifra de condenas a muerte en Estados Unidos (32) fue la más baja desde 1973, lo que, según Amnistía Internacional, es “un signo claro de que jueces, fiscales y jurados dan la muerte a la pena de muerte como medio de administrar justicia”.
La reducción del número de ejecuciones en Estados Unidos se debió en parte a litigios relacionados con los protocolos relativos a la inyección letal y a las dificultades para obtener sustancias químicas en varios estados.
En 2016 sólo se llevaron a cabo ejecuciones en cinco estados de Estados Unidos: Alabama (2), Florida (1), Georgia (9), Misuri (1) y Texas (7). Mientras tanto, 12 estados que no han abolido todavía la pena de muerte no han llevado a cabo ninguna ejecución desde hace al menos 10 años.
CHINA
Por otra parte, Amnistía Internacional afirma que cientos de casos de pena de muerte documentados en China no constan en una base online de datos judiciales que inicialmente se promocionó como un “paso decisivo hacia la apertura” y que las autoridades de este país proclaman periódicamente como prueba de que el sistema judicial no tiene nada que ocultar.
Sin embargo, AI recalca que la base de datos de China sólo recoge una mínima parte de los miles de condenas a muerte que Amnistía calcula que se dictan cada año en el país y refleja el hecho de que el Gobierno chino sigue manteniendo “un hermetismo casi total” respecto al número de personas condenadas a muerte y ejecutadas.
Amnistía Internacional halló informaciones públicas sobre la ejecución de al menos 931 personas entre 2014 y 2016 (una mínima parte del total de ejecuciones), pero sólo 85 de ellas constan en la base de datos del Estado.
La base de datos tampoco incluye a los nacionales extranjeros condenados a muerte por delitos relacionados con las drogas, pese a que los medios de comunicación informaron de al menos 11 ejecuciones de ellos. Tampoco figuran numerosos casos relacionados con “terrorismo” y con delitos relacionados con las drogas.
“China aspira a ser un líder en la escena mundial, pero en lo relativo a la pena de muerte ejerce de líder de la peor manera posible: ejecutando cada año a más personas que ningún otro país del mundo”, afirmó Salil Shetty, secretario general de Amnistía Internacional.
“Sólo unos pocos países continúan ejecutando en gran escala. La mayoría de los Estados no aprueban ya que el Estado arrebate vidas humanas. Con sólo cuatro países responsables del 87% del total de ejecuciones registradas, la pena de muerte también tiene los días contados”, añadió.

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