Vida y muerte del aeropuerto de Ciudad Real: 400 millones de euros en pérdidas

  • El aeropuerto Central Ciudad Real fue impulsado por 450 millones de euros entre inversiones privadas, CCM, subvenciones y el apoyo absoluto de políticos de toda clase.

    Tras funcionar exiguamente durante dos años, la empresa gestora se arruinó con 529 millones en deudas. Finalmente, ha conseguido ser subastado por apenas 56 millones.

El aeropuerto 'fantasma' de Ciudad Real ha sido finalmente adjudicado por 56,2 millones, 400 menos de los que costó.
El aeropuerto 'fantasma' de Ciudad Real ha sido finalmente adjudicado por 56,2 millones, 400 menos de los que costó.
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Pedro M. Puerta

Pocas personas se habrán dado cuenta del significado que ha tenido esta mañana, en Ciudad Real, la sentencia dictada por el juez Carmelo Ordóñez. En el Juzgado de Instrucción y 1ª Instancia nº4 y de lo Mercantil de la capital manchega, el magistrado ha adjudicado, de manera temporal, el patéticamente célebre aeropuerto de Ciudad Real a la empresa española CR International Airport S.L. por 56,2 millones de euros. Teniendo en cuenta que su construcción costó más de 450 millones de euros, se puede calificar al aeropuerto de un negocio ruinoso de 400 millones de euros.

Se cierra así un sueño que comenzó hace dos décadas, que cristalizó en un Reino de Don Quijote que sería Las Vegas de Europa y en un aeropuerto privado de uso público para conectarlo que haría las funciones de la actual T4 madrileña; la crisis económica tumbó estos y otros proyectos faraónicos de la España del ladrillo, pero el aeródromo manchego, que llegó a funcionar parcialmente durante un año, comenzó entonces su peregrinación por el desierto, en busca de un nuevo dueño, a raíz de la deuda de 529 millones de euros que arrastraba CR Aeropuertos.Un aeropuerto "muy viable" construido en zona prohibida

El 10 de diciembre de 2003 dieron oficialmente inicio las obras del 'Aeropuerto Don Quijote 2005', pues estaba previsto hacer coincidir su inauguración con las fanfarrias del IV Centenario del Quijote. Aquel día, el entonces presidente de la Junta de Castilla-La Mancha, José Bono, destacaba las "excelentes condiciones geográficas y meteorológicas" del terreno elegido para construirlo. No eran tan idóneas. Estaba ubicado en la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) del Campo de Calatrava, por lo que su finalización se retrasó hasta 2007 por una segunda Declaración de Impacto Ambiental (DIA) emitida por el Ministerio de Medio Ambiente a raíz del dictamen recibido de la Unión Europea, que le informaba de la imposibilidad de levantar esa obra en una ZEPA. Así, los trabajos estuvieron paralizados desde verano de 2004 hasta el primer trimestre de 2006. Para conseguir la aprobación de la UE, Fomento declaró el aeropuerto "de interés general" y Medio Ambiente elaboró una tercera DIA que, a pesar de denunciar que el 50% de las obras eran ilegales, toleraba su construcción a cambio de algunas medidas compensatorias, como restringir el tamaño final y las características del emplazamiento aeroportuario.

La promotora de la insfraestructura fue la empresa CR Aeropuertos, liderada por el histórico constructor ciudadrealeño Juan Antonio León Triviño, dueño de Construcciones León Triviño desde 1964. Hacia abril de 2006, con las obras a la espera de reanudarse, los accionistas de CR Aeropuertos eran Inversiones Aeroportuarias del Centro (39% de las acciones), Caja Castilla-La Mancha (26%), El Monte (10%), Iberdrola (9%), Aeropuerto de Ciudad Real (8%),Grupo Méndez Pozo (5%), Grupo Isolux (un 3%) y la Universidad de Castilla-La Mancha (un 0,06%). Antes, la obra ya había recibido un millón y medio de euros en subvenciones por parte de la Cámara de Comercio de Ciudad Real, la Diputación provincial y los ayuntamientos de Ciudad Real y Puertollano. Por aquel entonces, León Triviño aseguraba a El Mundo que los estudios demostraban que el aeropuerto era "cada vez más viable".

Tras cambiar su nombre por el de 'Aeropuerto Madrid Sur – Ciudad Real' y, finalmente, por el de 'Aeropuerto Central Ciudad Real', se previó su inauguración para el 8 de junio de 2008. El aeródromo contaba 28.000 metros cuadrados, una de las mejores pistas de aterrizaje del continente y una capacidad de tres millones de pasajeros anuales, además de estar a la espera de una conexión de AVE a la vía Madrid-Sevilla. La inversión final alcanzó los 450 millones de euros para un proyecto ambicioso que pretendía especializarse en compañías de bajo coste para ser la T4 que descongestionaría Barajas, pero con un problema: la T4 ya había sido inaugurada un año antes.Mucha espera para la inauguración...

La inauguración se postergó hasta el 26 de octubre de 2008; un mes antes, el diputado socialista por la provincia, Fernando Moraleda, aseguraba que "la crisis económica no afectará al desarrollo de la infraestructura". El entonces presidente de la Diputación ciudadrealeña, Nemesio de Lara, resumía el estado de ánimo político respecto al aeropuerto admitiendo que "los políticos de todo tipo nos rompíamos el culo por el aeropuerto". La inversión inicial calculada era de 220 millones de euros, que para diciembre de 2008 se habían convertido en 450 millones. Debido a varios "trámites administrativos y medioambientales", el primer avión no tocó suelo manchego hasta el día 18 de dicho mes. Una aeronave TRJ 55 de Air Nostrum, desde Barcelona, aterrizó a las 16:00 horas con 15 pasajeros. A las 16:50 llegó el segundo, un Air Berlin procedente de Palma de Mallorca.

Comenzó entonces a funcionar, tímidamente, el aeropuerto manchego, empezando a conectar vuelos nacionales, internacionales y aviones de carga. El aeródromo se convertía en una alternativa económica optimista justo cuando la crisis apenas se columbraba. El presidente de la Junta de Comunidades, José María Barreda, anunció que ya se había firmado con Adif un protocolo de colaboración para la construcción de la futura terminal de AVE, cuyo informe técnico estuvo listo en septiembre. En todo 2009, 53.500 pasajeros y 1,1 millones de toneladas llegaron a Ciudad Real.

Mientras, se adivinaban señales de que la infraestructura no caminaba con buen pie con la publicación, por parte de la revista de Interviú, de un reportaje que contaba que los promotores del aeropuerto llevaban más de un año intentando venderlo por 1.000 millones de euros, cuando la construcción había costado 450 millones. Además, un periodista del desaparecido periódico 'El Día' de Ciudad Real, Carlos Otto, fue despedido por publicar una opinión personal en su blog, denunciando las supuestas malas prácticas de León Triviño y Domingo Díaz de Mera, importante empresario de la provincia que por aquel entonces presidía el también desaparecido Club Balonmano Ciudad Real, considerado como el mejor equipo de la década hasta su repentino final en el verano de 2011.Pero poca para el cierre definitivo

El 11 de mayo de 2009 dimitían, de su puesto de consejeros en CR Aeropuertos, los importantes empresarios ciudadrealeños Antonio Méndez Pozo, Antonio Barco Fernández y el citado Díaz de Mera. No aumentaba la actividad en el aérodromo y la situación fue volviéndose insostenible. Para comienzos de 2010, el aeropuerto tenía unas deudas superiores a 300 millones de euros. Para esa fecha, la infraestructura ya había sido ofrecida a varios posibles compradores: al fallecido sután saudita Bin Abdelaziz, a la Abu Dhabi Airport Company, a un fondo de pensiones de Carolina del Norte e incluso al Ministerio de Defensa, pero ninguno alcanzaba los 1.000 millones que, como mínimo, pedía la empresa española. Para julio de ese año, el gobierno de Cospedal creaba la Sociedad Pública de Gestión de Infraestructuras Aeroportuarias de Castilla-La Mancha (SIA) con el objetivo de reflotar, con dinero público, el alicaído aeropuerto. La SIA fue cerrada un año después sin conseguir la viabilidad de la infraestructura.

En agosto de 2011 cesó toda actividad en las pistas de aterrizaje mientras que el informe concursal sobre el Aeropuerto de Ciudad Real desvelaba que la intervenida -con más de 5.000 millones de dinero público- CCM poseía, entre acciones propias y pignoradas, un 68,28% de las participaciones totales, lo que resulta paradójico en un aeropuerto autoproclamado de titularidad privada. Totalmente arruinado, el aeropuerto fue cerrado por orden judicial en abril de 2012. Terminaba, con la liquidación de CR Aeropuertos en febrero de 2013, todo intento de hacer viable el proyecto, que ya arrastraba una deuda de 529 millones de euros. Comenzaba entonces el largo proceso de subasta del aeródromo, el cual a pesar de haber costado 450 millones de euros se subastaría a partir de 100 millones.

Llegaron ofertas de todo tipo y pelaje, que fueron siendo rechazadas por diversos defectos mientras el precio bajaba: Francisco José Ortiz, presidente de la malagueña WWI Investment Corporation, ofreció 121 millones de euros, la británica HGA Partners Limited puso 90 millones y un particular presentó 28 millones. En mitad de todas estas propuestas, se formó el revuelo. La china Tzaneen Internacional ofreció únicamente, aprovechando que se reabrió el proceso de pujas, 10.000 euros. La reacción de los medios de comunicación y ciudadanos no se hizo esperar y pronto llegaron nuevas ofertas que impidieron que la infraestructura fuera vendida por tan ridículo precio, aunque finalmente el juez Ordóñez declaró nula la subasta y la reinició en enero de este mismo año.

En estos años de inactividad, el aeropuerto manchego ha podido ser empleado en otros usos. Decenas de campañas publicitarias y películas han podido grabar en este inmejorable escenario cinematográfico, destacando el viral anuncio de Volvo y Van Damme o los largometrajes 'Los amantes pasajeros' y 'Torrente 5', dirigidos por Pedro Almodóvar y Santiago Segura, respectivamente.

Finalmente, CR International Airport S.L. Ha conseguido el aeropuerto por "solo" 56 millones. El juez Ordóñez ha asegurado que este ha sido el proyecto "más serio" y que generaría "un importante número de puestos de trabajo". Vistos los antecedentes de esta infraestructura, la mejor que se puede hacer es no volver a confiar en nadie que asegure que este aeropuerto pueda ser, algún día, viable.

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