El polémico Máster de la ministra de Sanidad, Carmen Montón, ha provocado un gabinete de crisis en el Ejecutivo de Pedro Sánchez. Fue hace siete días cuando el presidente del Gobierno y su equipo de colaboradores tuvieron conocimiento del caso que podría provocar una nueva remodelación del Ejecutivo, la segunda tras la dimisión de Màxim Huerta a escasos días de tomar posesión. Moncloa ha tenido un papel protagonista en la gestión de la situación, intentando en todo momento que la polémica no afectara al presidente y que fuera la ministra quien se 'quemara'.
Martes 4 de septiembre por la mañana. El equipo de la ministra de Sanidad recibe la llamada de los periodistas de eldiario.es que le piden su versión sobre una información que quieren publicar. Le hablan de un Máster en Estudios Interdisciplinares de Género con una serie de supuestas irregularidades. Inmediatamente el equipo del Ministerio se pone en contacto con La Moncloa y transmiten la situación. El asunto parecía grave y en el equipo de Pedro Sánchez tomaron consciencia desde el minuto uno de que tenían que actuar rápido y con contundencia.
Moncloa, en colaboración con Sanidad, concluyen que se avecina una crisis de consecuencias inciertas, de forma que acuerdan coordinar la respuesta. La decisión que toman en la 'sala de máquinas del sanchismo' es la de abrir los cajones. La consigna es la de diferenciarse de Casado, que únicamente dejó a los informadores ver cuatro trabajos de su Máster en la misma universidad. El caso de Montón es diferente y así tiene que demostrarlo la ministra, defienden.
Ese mismo martes, ya por la tarde, la ministra Montón recibe en su despacho durante dos horas a los periodistas. Les muestra toda la documentación que tiene, incluido el Trabajo Fin de Máster (TFM) y algún correo electrónico con la universidad que ha recuperado. También les deja acceder a su expediente en la intranet de la URJC, facilitándoles el acceso con su clave personal. Los periodistas accedieron a esta información desde el ordenador de la propia ministra en su despacho del Paseo del Prado.
Ya este lunes 10, cuando se ha publicado la información de Máster, Moncloa y Sanidad deciden dar el 'adelante' a su estrategia. Primera decisión: tuit de Montón anunciando una rueda de prensa a las 11 de la mañana. El equipo de Sánchez decidió actuar "con responsabilidad" y sin demoras. El presidente del Gobierno y Montón habían hablado durante la semana pasada y le pidió que actuara con total "transparencia" en sus explicaciones ante los españoles. La ministra de Sanidad también interlocutó con la vicepresidenta Carmen Calvo. Y, de momento, existe sintonía.
"Al presidente le valen mis explicaciones", afirmaba en la mañana de este lunes la ministra señalada en los pasillos de su departamento. Descarta, por tanto, dimitir por un asunto relacionado con una universidad que ya tuvo contra las cuerdas a Cristina Cifuentes y que sigue dando quebraderos de cabeza en el nuevo PP de Pablo Casado.
Precisamente, los 'fontaneros' del Gobierno pensaron que había que aprovechar el caso Montón para marcar distancias con el PP. "No todos somos iguales", dijo la ministra de Sanidad en público. En privado, a Montón le dijeron que debía mostrar a los periodistas toda la documentación que tuviera. Por eso la valenciana pasó los últimos días buscando en sus archivos y en su correo electrónico la mayor cantidad de información posible para demostrar que cumplió con lo que le obligaba la universidad madrileña. Mostró a las cámaras su trabajo, enseñó algún correo... Y dijo que no había cometido ninguna irregularidad.
En Moncloa la sensación es, de momento, de "tranquilidad" a la espera de que se puedan publicar nuevas informaciones.
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