Las medusas son el enemigo público número uno de los bañistas durante los meses estivales. Estos animales marinos son culpables de picaduras y quemaduras que causan estragos en las playas casi todos los veranos, si bien el de 2018 se avecina especialmente movido en España. Porque un nuevo tipo de medusa puebla ya las costas de Alicante, Murcia y Andalucía y sus picaduras son especialmente dolorosas y peligrosas.
Lo hemos visto este fin de semana en Elche, donde un niño de 11 años ha sido ingresado en el hospital tras sufrir la picadura de una Carabela Portuguesa en la playa de La Marina. Ese es el nombre de la medusa que este año se ha acercado hasta nuestras playas poniendo en alerta a todo el litoral. Pero, ¿de qué tipo de medusa estamos hablando?
En concreto, este tipo de medusa se suele encontrar en mar abierto en todas las aguas cálidas del planeta, en especial en las regiones tropicales y subtropicales de los océanos Pacífico e Índico. Pero, aunque tiene apariencia de medusa, es realmente un organismo colonial cuyos miembros están entregados a mantener precisamente con vida su colonia. Además, se trata de animales carnívoros con tentáculos venenosos que utilizan para cazar a sus presas.
En el ser humano, su veneno tiene consecuencias neurotóxicas, citotóxicas y cardiotóxicas, produciendo un intenso dolor. Esto se traduce en sarpullidos y quemaduras que pueden producir fiebre, inflamación local, dolor de cabeza, naúseas y vómitos. Incluso han llegado a darse casos de muerte por su picadura, de ahí la alerta que se ha lanzado en las playas españolas. Sobre todo porque la Carabela Portuguesa tiene unos colores rosas y violetas que atraen a los bañistas a tocarlas -sobre todo a los niños-, lo que les convierte en aún más peligrosas.
Se esperan nuevos avistamientos
A las que ya se han divisado en estas semanas en las cosas es posible que se sumen más. El Instituto Español de Oceanografía (IEO) prevé más avistamientos en otras zonas turísticas del Mediterráneo en los próximos meses de verano, ya que las condiciones ambientales y la sobrepesca favorecen su aparición. Es decir, el hecho de que se estén pescando a la mayor parte de sus principales depredadores -peces y tortugas marinas-, hace que haya cada vez más carabelas.
No se espera que desaparezcan hasta que no cambien los vientos, por lo que, mientras tanto, las autoridades locales están cerrando las playas al público cuando se producen intensos avistamientos. Si bien es imprescindible mantenerse lo más alejados posible de ellas, ya que las consecuencias de sus picaduras pueden ser fatales.
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