Cataluña. Mas: “la desobediencia no siempre conduce a la victoria”

El presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, se reafirmó hoy en su voluntad de que el pueblo catalán vote en la consulta del 9 de noviembre, pero también advirtió de que “la desobediencia no siempre conduce a la victoria”.
Todos los portavoces de los grupos parlamentario del Parlamento catalán le preguntaron a Mas por los pasos que dará tras la suspensión cautelar de la consulta por el Tribunal Constitucional; todos, menos los de los partidos que sostienen al Gobierno, CiU y ERC: Jordi Turull y Oriol Junqueras. Turull le pidió datos económicos y Junqueras, aunque hizo referencias al TC, se centró en su prohibición del Decreto sobre la Pobreza Energética.
Quim Arrufat, de la CUP, saludó el día 2 de desobediencia al “tribunal de la inquisición que dice lo que no puede hacer todo un pueblo”, aseguró que ellos están “autodeterminados para ser libres”, pero lamentó que la desobediencia no “será la misma si la Generalitat es consecuente con el camino político emprendido”. Reprochó a Mas que “sabía que llegaría el día en que tendría que elegir entre la obediencia a la gente y la obediencia al Estado español”, y le preguntó si reanudaría o no la campaña informativa de la consulta que suspendió ayer.
Mas precisó que la suspensión no fue cosa del TC, sino del Gobierno central, que la solicitó, y al Tribunal no le quedaba otra que aplicarla. Y se reafirmó en su decisión de apelar al mismo con argumentos juridicos para que levante la suspensión cautelar. Arrufat dio por sabida la politización de los tribunales y la decisión que acabará tomando el tribunal, y concluyó que el proceso tiene dos finales posibles: “ganar o volver a perder”, y que la respuesta “en buena parte está en sus manos”.
A lo cual el presidente catalán contestó que “no siempre la desobediencia lleva a la victoria” y, aunque personalmente no es contrario a la desobediencia civil, “en este momento no estamos en ese punto”. Si llega el momento, reiteró su compromiso de que todos los partidos defensores de la consulta tomen “conjuntamente” las decisiones oportunas.
En cualquier caso, cuando la portavoz del PP, Alicia Sánchez Camacho, le preguntó si iba a rectificar, Mas contestó: “No rectificaré en la voluntad de que el pueblo catalán pueda votar”. Además, añadió que mientras se mantenga la movilización, él actuará de acuerdo con la mayoría social y parlamentaria y espetó a Camacho: “Eso no lo podán impedir. No dependerá de ustedes esta vez”.
Albert Rivera, de Ciutadans, echó en cara que se llame a la desobediencia civil desde el coche oficial y preguntó a Mas si podrá mirar a los ojos a los independentistas cuando el 10 de noviembre no haya habido consulta. Mas le contestó que el proceso no es personalmente suyo sino de todos los grupos mayoriarios que lo apoyan.
Al portavoz de ICV, Joan Herrera, que le preguntó directamente “qué hacemos ahora”, el presidente le respondió que ya se está haciendo: en concreto presentarse ante el TC y pedirle con argumentos que levante la suspensión cautelar de la consulta. Finalmente, Miquel Iceta, del PSC, volvió a ofrecer a Mas su apoyo para la segunda mitad de la legislatura para buscar una consulta legal acordada con el Gobierno central.