"Un nuevo ciclo de conflicto"

La CUP 'ahoga' al Govern al condicionar los presupuestos a otro referéndum

La formación independentista radical sube un escalón más el tono contra Aragonès y Puigneró y les pone a prueba al registrar la propuesta de un nuevo referéndum que se votará mañana en el Parlament. 

Carles Riera
Carles Riera
DAVID ZORRAKINO - EUROPA PRESS

La CUP hace efectivas sus amenazas y pone a prueba al Govern al plantear un nuevo referéndum de autodeterminación. La propuesta, registrada en solitario, busca comprometer definitivamente al Govern para que dé un "giro a la izquierda" y unificar así un bloque independentista desfigurado desde la celebración de la mesa de diálogo entre el president de la Generalitat y el presidente del Gobierno. La consulta, a modo 'ultimatum', se enmarca en lo que el cupaire Carles Riera ha definido como "nuevo ciclo de desobediencia" para "deslegitimar al Estado" español. Además de condicionar el apoyo al Govern con el referéndum, Riera ha declarado que el grupo hablará de presupuestos cuando el Govern cumpla con "los compromisos de investidura", algo que está lejos de cumplirse porque cuentan, han dicho ironicamente los cupaires, con "pocos días". Aragonès ha encajado el revés reclamando a la CUP que se ciña al pacto de investidura que no incluye "fechas concretas" para celebrar un referéndum.

La estrategia de la CUP hace efectivas sus advertencias y mueve ficha. Algo que ya adelantó a La Información el grupo cuando hace dos semanas el diputado cupaire Xavier Pellicer declaraba a este medio que si el Govern no variaba el rumbo,  debía atenerse a las consecuencias. Así, la CUP pretende crear un escenario en el que sea irreversible la negociación con el Gobierno bajo presión: creando "condiciones para que los actores internacionales y España cedan", como ha declarado Riera, poniendo el ejemplo del 1-O. En este sentido, es significativo que el grupo defienda situar la celebración de este supuesto referéndum en paralelo a la celebración de la segunda votación de la independencia de Escocia. "No pierda ese tren", puntualizaba el diputado de la CUP avisando al Govern en el Parlament. Así, el grupo tira del único recurso que ve viable para un auténtico diálogo, que quiere situar al Ejecutivo entre las cuerdas para que se haga real la propuesta de la autodeterminación en la mesa de diálogo-de vergüenza, según el grupo-.

Así, el grupo 'clave' para la investidura del president tras las elecciones del 14-F se sitúa ahora en las antípodas del Govern. Como 'enemigo en casa', Aragonès pierde un aliado potencial que podía dar seguridad a la negociación de los presupuestos de 2022. Con este gesto, la CUP insta además a JxCAT, mirando a los ojos a Puigneró, para que se 'moje' y atraer así a una parte del Govern hacia la lucha social al margen de la ley para lograr la independencia de Cataluña. Sin embargo la coalición del Govern permanece inamovible por ahora, dadas las declaraciones formuladas en el mismo Parlament. Al final la sesión en el Pleno catalán, ERC y JxCat han subrayado que "solo un referéndum de autodeterminación acordado con el Estado español puede sustituir el mandato político del referéndum del 1 de octubre de trabajar para hacer real la república catalana", tal y como recoge el texto de una de las tres propuestas conjuntas que se votarán este jueves.

Así, mientras la CUP registra un referèndum, ERC y Junts han registrado una propuesta de resolución en el Debate de Política General en el Parlament que pide que la Cámara catalana se comprometa y emplace a los grupos parlamentarios a tramitar una proposición de ley de amnistía para presentarla al Congreso de los Diputados. Eso no quita que sigan habiendo tensiones en el seno del Ejecutivo catalán, como la ampliación de El Prat: JxCAT, en solitario, ha notificado una propuesta en el Debate de Política General en el Parlament en la que pide que la DORA derive en un plan director que defina la ampliación del Aeropuerto de Barcelona. Piedras sobre tejado roto puesto que el Gobierno ya ha aprobado la DORA II sin incluir a El Prat.  

Finalmente, este jueves el president se desmarcará previsiblemente de la proposición de la CUP al priorizar un referéndum pactado, aunque no se salvará, como tampoco Puigneró, de protagonizar un nuevo episodio de tensiones en el que se estrecha el cerco sobre el Govern: por un lado, la oposición de Vox y Cs, y por otro el rechazo de la CUP. Todo ello en un marco en el que el president debe buscar apoyos para sacar adelante los presupuestos. Por su parte, el PSC ha salido al 'rescate' dando la mano a Aragonès. "Si no encuentra apoyos para los Presupuestos, puede hablarlo con mi grupo", ha declarado Salvador Illa. 

El líder el PSC ha citado las palabras del expresidente del Govern Jordi Pujol en su discurso de investidura de abril de 1980, en el que aseguró estar abierto a todas las sugerencias y colaboraciones, porque cree que todos son necesarios para construir Cataluña. Justo es esta vía, la del 'pujolismo', la que la CUP afea a Aragonès al venderse "a las oligarquías económicas" y al "régimen del 78". Un régimen que prioriza a "la banca por encima de los Derechos Humanos, como el derecho de vivienda, sostiene a su emérito y mantiene el negocio de las energéticas", ha declarado Riera. El cupaire ha detallado que el PSC es "pilar fundamental" de dicho "régimen", para concluir que son "buenos mayordomos del Ibex 35". Todo está en las manos del 'president', está por ver en quienes se apoya y si JxCAT resiste. 

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