HRW acusa a la Policía de Kenia de abusos contra los refugiados

  • La organización Human Rights Watch (HRW) denunció hoy que al menos 1.000 refugiados sufrieron torturas, violaciones, extorsiones y detenciones arbitrarias por parte de miembros de la Policía de Kenia con el pretexto de la lucha antiterrorista.

Nairobi, 29 may.- La organización Human Rights Watch (HRW) denunció hoy que al menos 1.000 refugiados sufrieron torturas, violaciones, extorsiones y detenciones arbitrarias por parte de miembros de la Policía de Kenia con el pretexto de la lucha antiterrorista.

Los abusos fueron cometidos por cuatro unidades de la Policía de Kenia entre mediados de noviembre de 2012 y finales de enero de 2013, según afirma la organización pro derechos humanos en un informe de 68 páginas presentado hoy en la capital keniana.

El documento, titulado "Todos sois terroristas: La Policía keniana abusa de refugiados en Nairobi", señala que las víctimas de los maltratos fueron refugiados somalís y etíopes, así como kenianos de origen somalí residentes en el barrio de Eastleigh.

De acuerdo con HRW, las fuerzas de seguridad aprovecharon una serie de ataques perpetrados con granadas en el barrio, en el este de la capital y de mayoría somalí, como excusa para abusar de los refugiados, a quienes describieron como "terroristas".

Las autoridades kenianas suelen atribuir esos ataques a simpatizantes de la milicia radical islámica somalí Al Shabab, ligada a la red terrorista Al Qaeda.

"Hasta la fecha, sólo una persona, un keniano sin vinculación étnica somalí, ha sido condenado por uno de los ataques", afirmó hoy en Nairobi Gerry Simpson, investigador de HRW y autor del informe, basado en entrevistas a 101 víctimas y testigos de los abusos.

"Castigaron a mujeres, hombres y niños" en sus casas y en la calle, subrayó Simpson en una rueda de prensa.

"Los refugiados -explicó el investigador- nos relataron cómo cientos de policías dieron rienda suelta a diez semanas de infierno en comunidades próximas al centro de Nairobi torturando, abusando y robando a algunas de las personas más vulnerables del país".

HRW asegura haber documentado "cincuenta casos de abusos que equivaldrían a tortura", y tiene el testimonio de "siete mujeres que describieron cómo la Policía las violó en sus casas, en calles laterales y en eriales, a veces con niños cerca".

"La Policía permitió que eso ocurriera y miró para otro lado", aseveró Simpson, quien denunció la "corrupción" del cuerpo policial y lamentó que "ningún agente ha sido procesado por estos abusos".

La organización defensora de los derechos humanos criticó también al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) por su "ensordecedor silencio" acerca de los maltratos, que sucedieron "a media hora en coche de sus oficinas en Nairobi".

"Durante diez semanas -remarcó el autor del informe-, la Policía tuvo libertad para violar, agredir y robar a unos 1.000 refugiados y solicitantes de asilo sin una sola palabra pública de la agencia internacional con mandato legal para proteger a los refugiados".

"Ese fracaso -agregó Simpson- alienta la impunidad en la Fuerza de Policía de Kenia".

Kenia ha sufrido más de 40 ataques desde que su Ejército iniciara, el 15 de octubre de 2011, una ofensiva en Somalia contra Al Shabab, que ha amenazado en varias ocasiones con perpetrar ataques en territorio keniano como represalia.

Esos atentados, cometidos en Nairobi, en la costa keniana y en la localidad oriental de Garissa (cercana a la frontera con Somalia), han matado al menos a medio centenar de personas y herido a cientos.

El Ejército keniano invadió el sur de Somalia en 2011 en reacción a una ola de secuestros supuestamente cometidos por Al Shabab.

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