Guerra interna en el partido

La juez respalda al abogado 'díscolo' de Podemos y niega acoso a su compañera

La instructora adopta el criterio de la Fiscalía y da carpetazo a la causa asegurando que la querella es reflejo de una lucha de poder interna. 

dina bousselham
Marta Flor acompaña a Dina Bousselham a declarar a la Audiencia Nacional. 
EFE

La magistrada Rosa María Freire ha dado carpetazo a la causa abierta en los juzgados de Madrid por un presunto delito de acoso sexual y laboral por parte de José Manuel Calvente, según informan fuentes jurídicas. El abogado, que ha puesto en jaque al partido por denunciar una trama de presunta financiación opaca dentro de la formación, gana de este modo la batalla contra su excompañera en los servicios jurídicos Marta Flor. La titular del Juzgado de Instrucción 32 de Madrid adopta el criterio de la Fiscalía que hace apenas una semana pidió el archivo de este caso al considerar que no había quedado acreditado el acoso y el hostigamiento denunciado por la que fuera letrada de Pablo Iglesias en el caso Villarejo. 

Al igual que expusiera el Ministerio Fiscal, la magistrada concluye en su auto que no se han acreditado "actos hostiles ni humillantes" sino "graves desavenencias personales" que han trascendido el ámbito laboral. Concluye que se trata de un conflicto que no se ha resuelto adecuadamente reflejo de discrepancias personales, profesionales, "y quizás también de una lucha de poder interna que transciende al propio conflicto entre las partes de este procedimiento". "De los resultados de dicho enfrentamiento dan buena cuenta los medios de comunicación", sentencia la instructora en el auto. Además, descarta también coacciones al no ver conducta violenta en Calvente, hostigamiento al no quedar acreditado que se alterara la vida cotidiana de la abogada y también acoso. 

Sobre este último punto aclara Freire que los hechos no son constitutivos de delito de acoso sexual o laboral en tanto no hay una relación de superioridad laboral. Calvente, según explica, era un mero coordinador del equipo legal antes de su despido del partido el año pasado. Su trabajo, añade, estaba sujeto a la supervisión de la responsable del equipo, la diputada Gloria Elizo, como reconoce Marta Flor en su querella, en la que se refiere a Elizo como su jefa y su responsable. De hecho, dice que recurrió a ella para despachar el problema creado con Calvente -en parte debido a sus nexos con un fiscal del caso Villarejo- y dada su "pretensión reiterada e inamovible de trabajar independiente y no relacionarse profesionalmente con el querellado".  

Criterio de la Fiscalía

Se trata de unos argumentos ya esgrimidos por el Ministerio Fiscal el cual expuso que la querella que derivó en el despido de Calvente de la formación morada no puede prosperar porque no ha quedado acreditado con las pruebas que obran en el sumario y con las declaraciones practicadas, que el abogada le pidiera "favores de naturaleza sexual" o que las bajas médicas de la letrada se puedan achacar a un hostigamiento por parte del letrado despedido. Precisamente, otro juzgado de Madrid, el número 42, investiga también una denuncia de Calvente contra varios miembros del partido por delitos de malversación de caudales públicos y administración desleal. En el marco de esta causa, que trata de averiguar si se produjo alguna salida de fondos desde la caja de Podemos, estaba citado a declarar para este mismo miércoles Calvente. 

Así pues, mientras este procedimiento arranca, el relativo a las denuncias por acoso se archiva provisionalmente. La instructora Freire -quien también estuvo al frente del caso de los ordenadores de Bárcenas- considera que no ha resultado debidamente justificada la perpetración de los delitos descritos por Flor en su escrito inicial. Además, el juzgado ha contado también con todos los mensajes que el propio Calvente aportó al caso de los cuáles la Fiscalía solo destaca el que éste envió a su entonces compañera para que pasaran un fin de semana juntos. Ese es el único del que se podría intuir "un propósito de acercamiento con proposición sexual" pero "en modo alguno puede estimarse suficiente como para configurar esa situación objetiva y gravemente intimidatoria".

Las denuncias de Flor

De acuerdo con el relato del Ministerio Fiscal, la causa se incoó en diciembre de 2019 coincidiendo con la expulsión de Calvente del equipo jurídico de Podemos. Entonces, Flor denunció que había sido víctima de acoso, hostigamiento y lesiones por parte de su compañero. Los hechos se remontan a enero de 2017 cuando la abogada asumió la dirección jurídica de todos los asuntos de corrupción del partido, entre los que se encuentra el caso Villarejo. En esa época ambos mantenían una relación de amistad en la que el querellado la colmaba "de halagos y atenciones desmesuradas, mediante el envío de mails y mensajes, con poemas, canciones e incluso cartas de amor, ensalzando de manera desmesurada e insistente la belleza e inteligencia de la letrada", según la querella de Flor. 

En la misma, la abogada denunciaba que todos estos halagos y llamadas eran continuos y le provocaron un gran estado de ansiedad que le impedía poner punto y final a la situación dado que el autor de los mismos era su coordinador en el equipo legal. Finalmente, a principios de 2019 Flor acabó poniendo distancia con Calvente y comenzó a no contestarle a sus mensajes. La reacción de su superior, siempre su versión, fue impedirle el acceso a las aplicaciones informáticas del partido y a los expedientes judiciales en los casos en los que estaba personada. Éste, por su parte, negó los hechos en sede judicial y, aunque admitió que tenía una relación muy cercana con su compañera, dijo que el motivo de la escisión se produjo por unas "desavenencias profesionales". 

En concreto se refirió a los presuntos vínculos de Flor con un fiscal del caso Villarejo asegurando que ella quería pasarle un informe confidencial del partido -personado como acusación popular en el procedimiento- y que él se negó a ello. Ello propició que escribiera una carta al secretario de organización estatal de Podemos, Alberto Rodríguez, en octubre del pasado año defendiéndose de las acusaciones. La misma, que fue adelantada por La Información, no evitó su despido dos meses después y las críticas por parte de Pablo Iglesias, el cual salió en defensa de Flor.

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