La madre de una de las víctimas del asesinato de Vigo dice que recibía ayuda de su hijo

Vigo 20 sep .- Marta Pérez Triviño, la madre de uno de los dos jóvenes asesinados en un piso de la calle Oporto de Vigo en el año 2006, ha reconocido hoy que su hijo la ayudaba "económica y psicológicamente" y que, gracias a su apoyo, logró salir de sus problemas con el alcohol.

En la tercera jornada del nuevo juicio contra Jacobo Piñeiro Rial, autor confeso de la muerte de dos gays en un piso de la calle Oporto de Vigo en 2006, la madre de Isaac Pérez Triviño, uno de los asesinados, aseguró ante el jurado popular que su hijo "era muy buena persona" y que le prestaba ayuda económica, dado que ella cobra una pensión no contributiva de menos de 400 euros mensuales.

Además, en su declaración ante el jurado popular explicó que ha obtenido una ayuda del Estado, que ya le fue concedida, por más de 45.000 euros y que reclama una indemnización económica por lo sucedido.

"Mi hijo era muy buena persona y me fue llevando; gracias a él, puedo decir que soy una campeona", dijo, al tiempo que reconoció que sigue, desde que asesinaron a su hijo, un tratamiento psicológico "importante" y que ha tenido "recaídas fuertes".

También aclaró que tras el doble asesinato, el autor confeso de los homicidios, Jacobo Piñeiro Rial, "se llevó dos televisores planos, un ordenador, cámaras digitales y varios móviles".

Asimismo, Marta Pérez Triviño relató que el piso donde sucedieron los hechos estaba alquilado a nombre de Isaac y que ella figuraba como avalista. Al mismo tiempo, aclaró que residía en esa vivienda desde hacía dos años y que pasaba "temporadas fuera".

También relató que su hijo y el otro asesinado, Julio Anderson, tenían "una relación de pura amistad" y que no mantenían relaciones íntimas. En este sentido, dijo que se iban a casar "para arreglar los papeles de Julio".

Piñeiro Rial quedó en libertad el pasado 13 de julio, después de que se cumpliese el plazo máximo de prisión provisional que establece la Ley de Enjuiciamiento Criminal, aunque en todo este periodo está obligado a comparecer diariamente ante la justicia.

La muerte de los dos jóvenes gays, Isaac Pérez Triviño y Julio Anderson Luciano, se produjo en un piso de la calle Oporto, en julio de 2006, y las víctimas recibieron 57 puñaladas.

El detenido, que confesó la autoría, fue exculpado por un jurado popular de los delitos de homicidio, tras alegar que había actuado en legítima defensa, y únicamente se le condenó por el incendio de los cuerpos y la vivienda, por lo que se le impuso una pena de 20 años de prisión, aunque el Tribunal Superior de Justicia de Galicia anuló la sentencia y ordenó la repetición del juicio.