"Vamos con todo"

Las tripas del Debate: del ninguneo de Sánchez a Feijóo a la guerra de aplausos

El presidente del Gobierno entonó un discurso duro contra los beneficios extraordinarios de las eléctricas y las entidades financieras provocando el júbilo de los diputados de Unidas Podemos y el PSOE.

sanchez Eduardo Parra / Europa Press 12/7/2022
Las tripas del Debate: del ninguneo de Sánchez a Feijóo a la guerra de aplausos.
Europa Press

A mediodía comenzó el debate del estado de la nación. Era la última gran cita del curso político en el Congreso de los Diputados. Un pleno que no quería perderse nadie. Allí se apelotonaban -aparte de los diputados correspondientes- agentes sociales, senadores, presidentes autonómicos, periodistas... y hasta el jefe de la oposición, Alberto Nuñez Feijóo, que se estrenaba en la Cámara Baja. Quizá la trascendencia que se respiraba las horas previas al inicio del pleno empujó al portavoz de ERC, Gabriel Rufián, a colocarse una corbata.

El líder gallego no llegó solo al Congreso, sino acompañado de la secretaria general de su partido, Cuca Gamarra, y del nuevo hombre fuerte de los populares en el Congreso, el motrileño Carlos Rojas. Al mismo tiempo, sus pretorianos -que no tienen escaño- aparecían por el hemiciclo para presenciar el debate: su mano derecha, Miguel Tellado, el portavoz en el Senado, Javier Maroto, o el expresidente de la Comunidad de Madrid, Pedro Rollán

Feijóo llegó el primero -era uno de los grandes protagonistas- y fue recibido por una ovación de todos sus diputados. Una reacción que, minutos después, fue contrarrestada por los socialistas, que hicieron lo propio cuando el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, apareció con su sonrisa habitual por el hemiciclo. El gallego no podía disimular que era su primer día allí. Saludos a los ministros de Sánchez, bromas con los fotógrafos y su admiración al alzar la mirada y apreciar el techo del Congreso.

Pero todo ese foco mediático que el líder gallego acaparaba finalizó cuando el presidente Sánchez se subió a la tribuna. Sánchez, desde el primer momento que comenzó a leer su discurso, ninguneó a Feijóo evitándole con la mirada y omitiendo darle una bienvenida solemne. La relación de la coalición no atraviesa sus mejores momentos tras el anuncio del presidente de aumentar por sorpresa un gasto militar 'extra'. Sin embargo, hoy no hubo ni rastro de esas rencillas. El Gobierno era un bloque; y así lo demostró con aplausos cerrados -y en pie- de todos los ministros. 

Sánchez avanzaba su discurso -que duró menos de dos horas- queriendo dejar claro un mensaje: "A esta inflación no hay gobierno que le pueda hacer frente y, ni mucho menos, esta oposición". Un discurso que, con el paso del tiempo, comenzaba a hastiar a los diputados allí presentes, temerosos de que se convirtiera en una mera justificación de sus políticas y donde no hubiera mención alguna a nuevas medidas. Una realidad que se pudo observar cuando el diputado de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, se colocó unas gafas para cotillear quién estaba en el piso superior del hemiciclo. Una actitud parecida se apreciaba a poco más de un metro. Allí, el portavoz del PNV, Aitor Esteban, bostezaba mientras miraba el reloj. Este último mantuvo durante gran parte del debate la mirada puesta en Feijóo. Quizá, anhelando  aquellos tiempos con el expresidente Rajoy, cuando su partido no tenía un rival vasco en la capital y decidía las políticas del Ejecutivo. 

 Pero, de repente, Sánchez, sin previo aviso, comenzó a disparar medidas. "Bonificaré el 100% de los abonos de Renfe en trenes de cercanías y trayectos de media distancia, crearemos un tributo para las eléctricas y las entidades financieras que se están beneficiando de forma extraordinaria de esta situación con la que esperamos recaudar 3.500 millones". Una serie de anuncios que eran seguidos por gritos de júbilo por parte de los diputados de PSOE y Unidas Podemos. Durante unos breves segundos, el lado izquierdo del Congreso vivía un éxtasis frenético encabezado por los aplausos continuos del ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, que no cesaba de sonreír junto con otros ministros.

Por último, Sánchez comenzó a recordar las políticas del gobierno que dirige Isabel Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid y lanzó una pregunta con respuesta para los allí presentes: "¿Qué sucedería si gobernara hoy la derecha? Se lo digo yo, no apostar por los Ertes y sí por el desempleo". Una afirmación que hizo saltar a un diputado del PP, que gritó "¡Zapatero!". Pero el presidente lo eludió y sentenció con un nuevo ataque al primer partido de la oposición. "Este Gobierno no hará como el PP, ser fuertes con los débiles y débiles con los fuertes. Gobernaremos para la mayoría social. Vamos con todo". 

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