Madrid, 17 abr.- La Mesa del Congreso ha decidido hoy pedir al diputado de IU Gaspar Llamazares que reformule dos de las tres preguntas que había dirigido al Gobierno relativas a la polémica por las consideraciones sobre la homosexualidad planteadas por el obispo de Alcalá de Henares en su homilía del pasado Viernes Santo.
Fuentes parlamentarias han explicado a EFE que a la hora de calificar las tres cuestiones se ha abierto un debate en el órgano de gobierno de la Cámara Baja, en el que el PSOE ha abogado en principio por calificar todas las preguntas, pero ante la oposición del PP finalmente se ha optado por pedir al diputado que cambie dos.
La primera pregunta que tendrá que replantear Llamazares pretendía conocer si el Ejecutivo pensaba hacer alguna gestión ante la Iglesia y el propio obispo Juan Antonio Reig Pla para protestar por el "contenido homófobo" de su homilía, retransmitida por TVE.
Su otra cuestión planteaba al Gobierno si pensaba "recordar" a la Iglesia católica que "no está por encima de la Constitución ni de la ley, y que está obligada a respetar el artículo 14 de la Carta Magna en materia de sexualidad y derecho al aborto establecido por la ley".
Sin embargo, sí se ha admitido una tercera pregunta referida al supuesto de que "la Iglesia católica no tome medida alguna de reconveniencia o sanción al obispo de Alcalá".
En caso de que no se adopten estas medidas, Llamazares pregunta al Gobierno si piensa "seguir manteniendo el privilegio de la casilla del 0,7% del IRPF y otras partidas presupuestarias que en 2011 alcanzaron un total de 282,3 millones de euros, así como el privilegio de no pagar IBI por sus propiedades inmobiliarias".
El obispo se dirigió en su homilía "a aquellas personas que, llevadas por tantas ideologías, acaban por no orientar bien lo que es la sexualidad humana, piensan ya desde niño que tienen atracción hacia las personas de su mismo sexo y, a veces, para comprobarlo, se corrompen y se prostituyen, o van a clubes de hombres".
Estas afirmaciones causaron un alud de críticas desde sectores sociales y políticos, en tanto que el prelado aseguró después que no quería ofender a nadie aunque no renunciaba a "anunciar la verdad en la caridad".
La Mesa del Congreso tiene potestad para calificar las preguntas parlamentarias a las que el Gobierno debe responder por escrito y que deben contar con el visto bueno de este órgano, donde el PP tiene cinco representantes, tres el PSOE y uno CiU.
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