Los candidatos afianzan sus propuestas a cuatro días de comicios en Francia

  • Los principales candidatos a las elecciones presidenciales francesas multiplicaron hoy sus comparecencias públicas, a cuatro días de la primera vuelta de los comicios, con mítines y entrevistas en las que optaron por afianzar su programa y hacer un llamamiento al voto útil.

París, 18 abr.- Los principales candidatos a las elecciones presidenciales francesas multiplicaron hoy sus comparecencias públicas, a cuatro días de la primera vuelta de los comicios, con mítines y entrevistas en las que optaron por afianzar su programa y hacer un llamamiento al voto útil.

"El voto para Jean-Marie Le Pen sirvió para François Mitterrand y el voto para Marine (Le Pen) servirá para François Hollande", señaló hoy el presidente francés y aspirante a la reelección, Nicolas Sarkozy, en la localidad septentrional de Arras.

En un claro llamamiento a quienes tienen la sensación de "haber sido abandonados", les indicó que "votar por los extremos significa votar por soluciones que son mentiras, que jamás han solucionado el sufrimiento de los que sufren de verdad".

No faltaron propuestas sobre la inmigración y la defensa de las fronteras, esgrimidas igualmente por la líder del ultraderechista Frente Nacional (FN), Marine Le Pen, pero, según el todavía jefe del Estado, lo que las diferencia es el razonamiento que hay detrás de ellas.

"Cuando se incluye el miedo, el odio y el rechazo, estás equivocado porque esos no son los valores de la República", señaló durante su intervención, en la que hizo hincapié en su defensa "del trabajo, la responsabilidad, la autoridad y la solidaridad".

Sarkozy agitó hoy de nuevo el fantasma de la crisis, no obstante, para apuntar que "los socialistas son campeones del mundo dando lecciones, pero allí donde han estado al mando, desde Grecia hasta España, ya se ha visto la situación en la que se encuentran esos países, que nadie quiere para Francia".

Por su parte, el aspirante socialista, François Hollande, reiteró en una entrevista a la cadena TF1 su presentación como candidato "que va a posibilitar el cambio" y su disposición a renegociar el nuevo pacto europeo sobre la disciplina presupuestaria, para añadir medidas destinadas a reactivar la economía y el empleo.

"No acepto la austeridad", indicó Hollande, quien subrayó que, si no hay crecimiento, no podrán lograrse los objetivos de reducción del déficit y destacó que los esfuerzos necesarios "serán repartidos de manera justa".

"Tenéis que llevarme a lo más alto en la primera vuelta si queremos el cambio", apuntó Hollande, que horas antes afirmó que no quiere aceptar que "Europa siga en este estado" ni admitir que, "en nombre de la rebaja necesaria del déficit, se apliquen medidas que agraven la situación del crecimiento".

La ultraderechista Le Pen fue otra de las candidatas que se prodigaron en los medios, con un ataque en su caso dirigido a los dos favoritos de los comicios (Sarkozy y Hollande), a quienes acusó de apoyar "a la Europa federal", responsable, a su juicio, de "la situación dramática que vive Francia".

Y en una entrevista difundida por la edición digital del diario "Les Échos", el izquierdista Jean-Luc Mélenchon, que pelea con Le Pen por el tercer puesto en la primera vuelta electoral del domingo, mantuvo su llamamiento al voto para Hollande en la segunda ronda, al considerar que necesita la derrota de Sarkozy "para seguir avanzando".

"Dice que no va a negociar su programa (...), pero creo que Hollande se verá obligado de acudir a mis métodos, que es cuestión de esperar", señaló el candidato del Frente de Izquierda, quien "ante un sistema europeo insostenible" defiende que "hay que reorganizar Europa con nuevas bases".

Acaparó igualmente la atención el centrista François Bayrou, quien en un mitin desde Lille, en el norte del país, lamentó que la concepción del poder y los valores del Partido Socialista sean "exactamente los mismos" que los que Sarkozy y la conservadora UMP han aplicado en estos cinco años de mandato.

Ante este baño de críticas, el apoyo a Sarkozy vino de sus filas, con un comunicado en que el titular de Exteriores, Alain Juppé, y otros como el de Finanzas, François Baroin, se declaran "totalmente movilizados por su victoria" y, en un mitin junto al primer ministro francés, François Fillon, animaron a la gente a "no intoxicarse" por los sondeos.

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